Una decisión controvertida
La Región de Emilia Romagna está evaluando la posibilidad de recurrir contra la orden del Tribunal Administrativo de Bolonia en la que se dictaron algunas medidas de suspensión relativas a la calendario de caza 2023/24. En particular, la atención de la Región se centra en los períodos de apertura y cierre de la caza y los días adicionales para el período octubre-noviembre. La razón radica en que el mismo calendario que se había presentado en la temporada anterior de caza había sido aprobado íntegramente, y no estaba sujeto a estas disposiciones cautelares que se introducen este año. Ni siquiera por el propio TAR, que no había adoptado una disposición similar.
las ideas positivas
La Región también pretende pedir al TAR que se pronuncie sobre el asunto lo antes posible, y no en marzo de 2024 como estaba previsto. Esto se debe a que, simplemente, la temporada de caza ya habrá finalizado en ese momento. Sin embargo, lo cierto es que la Orden TAR conserva gran parte del marco normativo original, cuya validez y vigencia reconoce, por tanto, el Tribunal de Justicia. Además, la Región subraya que la ordenanza contiene el llamamiento a adaptarse a los dictámenes de Ispra, a pesar de que la ley asigna a las Regiones la competencia de identificar, según sus motivos específicos, las fechas de apertura y cierre de las especies, en un plazo al que siempre se ha adherido la Región Emilia-Romaña.
Caza en pre-apertura
El dictamen del Instituto, de hecho, es obligatorio, pero no vincula las opciones que los organismos regionales pueden implementar, con las motivaciones adecuadas. Por último, cabe precisar que la disposición no se refiere a la actividad vinculada a la preapertura prevista en el calendario para las especies cuervo gris, arrendajo, urraca, mirlo, paloma torcaz y paloma que continuará en la forma prevista. Tampoco se prevén cambios en cuanto al muestreo excepcional de especies de estorninos y palomas ni a las actividades de adiestramiento canino (fuente: Arci Caccia).