Una importante victoria para la protección de la vida silvestre en Sicilia fue confirmada ayer por el Consejo de Justicia Administrativa de la Región de Sicilia (Cga). Sentencia núm. 242/23 rechazó la solicitud de suspensión de la eficacia de la decisión anterior de Tar relativa al "Calendario de caza de la región de Sicilia 2022/2023", que permitía la caza de tórtolas salvajes (Streptopelia turtur).
La especie de tórtola salvaje se encuentra en riesgo internacional, y es por ello que asociaciones ecologistas como WWF Italia, Legambiente Sicilia y Lipu han luchado denodadamente para protegerla. El año pasado, Tar había aceptado la apelación de WWF Italia, Legambiente Sicilia, Lipu, Lndc Animal Protection, Enpa y Lac, censurando el "plan de retirada" de la Región de Sicilia que permitía la caza de esta especie.
El sistema propuesto por el Departamento obligaba a los cazadores a registrarse en un portal telemático y declarar el número de animales cazados cada día. Tan pronto como se alcanzó el límite de 3.300 tórtolas abatidas en Sicilia, la caza Se habría detenido definitivamente para esta especie migratoria.
Incluso el "calendario de caza de la actual temporada 2023/24", publicado hace unas semanas, preveía un idéntico "plan de recogida", por lo que las asociaciones de cazadores habían solicitado la suspensión a la Cga. Sin embargo, asociaciones ecologistas se han opuesto, destacando los graves daños que la caza de tórtolas silvestres ocasionaría a la especie.
En su reciente ordenanza, el Cga reiteró que el interés por la caza no puede prevalecer sobre la necesidad de proteger la aviofauna y recordó la modificación del artículo 9 de la Constitución, que establece la protección del medio ambiente y la biodiversidad también en interés de las generaciones futuras. Esto refuerza la necesidad de precaución en el manejo de los recursos naturales, como las tórtolas.
El resultado de la sentencia trajo gran satisfacción a las asociaciones WWF Italia, Legambiente Sicilia y Lipu, quienes comentaron: "Una vez más se rechazó el forzamiento de la Región y las asociaciones de caza y se confirmó la prevalencia del principio de no causar daño a la vida silvestre como patrimonio estatal". La decisión de la Cga representa un paso adelante en la protección de especies en peligro de extinción y en la garantía de un entorno saludable para las generaciones futuras.