Cambios legislativos
El presidente deUnión Italiana de Agricultores, Mario Serpillo, relanza con convicción su apoyo a la lucha de las asociaciones animalistas que proponen soluciones razonables y sostenibles frente al sacrificio de osos previsto por el proyecto de ley "Asesino de osos" que será examinado hoy por el Consejo Provincial de Trento, en decisión del presidente Claudio Soini. Este documento prevé modificaciones a la Ley Provincial núm. 9 de 2018, con el fin de permitir la matanza de una cuota anual de osos a partir de un número de ocho ejemplares. En el transcurso de unos veinte años, en la provincia de Trento, sesenta y dos osos han sido asesinados, capturados o declarados desaparecidos. Claudio Groff, del Servicio Forestal y de Vida Silvestre, informa que en realidad los osos atacaron al hombre ocho veces en diez años, causándole una muerte.
El plan bajista de 2004
Ante situaciones potencialmente peligrosas que pueden producirse debido a su "intromisión" en núcleos habitados, es necesario aplicar prioritariamente todas las medidas preventivas y disuasorias previstas por el "plan oso" de 2004 que aún no se han completado, como por ejemplo la instalación de contenedores anti-osos. La presencia de este tipo de estructuras es crucial para evitar que los osos se acerquen a los centros urbanos y con ellas se reducirían significativamente los riesgos para la población. Por otro lado, el Consejo Fugatti se opone a la eliminación de las estructuras utilizadas por los cazadores, a pesar de que se consideran fuentes de atracción para los osos, lo que los hace menos sensibles a las medidas disuasorias. “Para la gestión de emergencias de este tipo, vinculadas a la vida silvestre – afirma el presidente de la UCI, Mario Serpillo – es fundamental proteger a la población y al mismo tiempo salvaguardar las especies animales y el equilibrio de los ecosistemas.
Un enfoque fallido
La iniciativa legislativa propuesta, conocida como proyecto de ley "mata de osos", al ignorar las alternativas que pueden garantizar una convivencia pacífica, corre el riesgo de crear graves problemas para la fauna y la biodiversidad de las zonas implicadas. La propuesta de sacrificar hasta ocho osos al año se considera populista y poco científica. Esta política, dirigida en este caso a los osos, revela un enfoque fallido que se extiende a otras especies esenciales para el equilibrio del ecosistema, como el lobo. Es esencial encontrar soluciones que protejan tanto la vida silvestre como las comunidades locales, sin recurrir a medidas extremas y dañinas para el medio ambiente. Si, por un lado, el sacrificio de osos no debe representar una solución viable, por otro, es esencial que las autoridades locales se equipen lo antes posible con contenedores adecuados y otros dispositivos necesarios para este fin; de lo contrario, es inútil quejarse de que los Los osos se vuelven demasiado confidentes”. Esta posición es vital para garantizar un equilibrio entre la conservación de la naturaleza y las necesidades de las comunidades locales (fuente: UCI).