El presidente de Cga (Consejo de Justicia Administrativa), Rosanna De Nictolis, emitió el decreto 335/2022 con el que rechazó el recurso de las asociaciones de cazadores contra la orden del Tar que, el 25 de julio, había suspendido la apertura anticipada del caza en Sicilia, autorizado por Calendario de caza 2022-2023, emitido por la Consejería Regional de Agricultura. La Cga también confirmó la veda de caza de tórtola y conejo de monte, especies en peligro por la excesiva presión cinegética. Para anunciar la decisión "Con gran satisfacción", las asociaciones Enpa, Lac, Legambiente Sicilia, Lndc Animal Protection, Lipu y Wwf Italia que habían impugnado el calendario cinegético al TAR, denunciando su ilegitimidad por vulneración de la normativa nacional y comunitaria sobre protección de la fauna y por incumplimiento de las dictamen científico del Instituto Superior de Protección e Investigación del Medio Ambiente (Ispra).
Ahora incluso la Cga, "con palabras que no dejan lugar a interpretaciones y que harán jurisprudencia", confirmó la decisión de la TAR de que ya habia suspendido el calendario “Precisamente en las partes más impactantes y negativas para la conservación de las poblaciones silvestres”, tanto las objeto de caza como las protegidas pero en todo caso en riesgo indirecto. No sólo eso, el Consejo de Justicia Administrativa recordó “cómo en los últimos años el calendario ya ha sido censurado varias veces por los jueces por las reiteradas disposiciones que aumentaron ilegítimamente los tiempos, métodos y especies que se pueden cazar, sin que la Región las haya tenido en cuenta”, subrayan las asociaciones.
Así, la Cga consideró "correcta y aceptable" la suspensión del TAR "visto el principio supremo de precaución en materia ambiental, el valor jurídico del dictamen de Ispra, a los calendarios de caza anteriores de la Región de Sicilia y litigios conexos “destacando precisamente el “valor jurídico” de estos pronunciamientos previos” sobre los calendarios faunístico-cazadores de años anteriores, que deben tener el valor de orientar y orientar la actuación administrativa a fin de asegurar un correcto equilibrio entre la protección de la vida silvestre, que constituye patrimonio no sólo de la Región Siciliana sino de todo el país, y la protección de los intereses de los cazadores”.