Una proliferación exagerada de determinadas especies de animales puede causar graves daños al ecosistema de determinadas zonas, así como graves daños a los cultivos, como se ve a menudo últimamente en muchas regiones de Italia.
Desde hace algún tiempo, este problema surge en las zonas insulares de la Toscana, donde la proliferación de ungulados en una pequeña porción de territorio causa daños a la agricultura cada año por millones de euros.
En esta ocasión el problema es destacado por el presidente de la Provincia de Grosseto, Leonardo Marras, quien comenta la situación de la siguiente manera: "En cuanto a la verracos en Elba, es apropiado "erradicar" i muflones en Giglio. Las dos especies no son autóctonas sino importadas por el hombre. Mucho daño a la agricultura ”.
Marras intenta insertar el problema en la discusión ya en curso sobre la Gestión del jabalí en la isla de Elba, dentro del archipiélago toscano más amplio, y explica: "No quiero llevar a cabo una" invasión de campo "en un territorio más allá de mi competencia, pero como miembro de la comunidad del parque quería participar en la discusión porque estaba interesado en un problema análogo en la provincia de Grosseto; y de hecho si existe el problema del jabalí en la isla de Elba, hay otro similar que se refiere a la presencia del muflón en Giglio. Las dos situaciones tienen muchas similitudes: las dos especies no estaban presentes de forma natural en las islas, sino que fueron importadas por el hombre en diferentes momentos ".
Según Marras, dado que las dos especies no son autóctonas de las islas, por lo tanto su presencia solo puede causar efectos negativos como ya está ampliamente documentado: "Así lo informan los agricultores que ven devastados cultivos pero también los turoperadores que se quejan de daños a setos y parterres ".
El presidente continúa: “Es cierto que tenemos problemas similares con el jabalí también en el continente, en el resto de nuestra provincia. Pero el jabalí siempre ha estado aquí. Pudo haber sido "bastardizado" con sujetos distintos a los originales, pero esta especie fue cazada por etruscos y romanos, en la época de Medici y Lorena, y hoy con la Maremma ". Por otro lado, en las islas de Elba y Giglio, continúa Marras, se han introducido relativamente recientemente jabalíes y muflones.
Siguiendo estas consideraciones, Marras propone a la entidad gestora del parque la solución de "erradicación" mediante los métodos de sacrificio y captura como ya se ha propuesto para la isla de Elba.