La nueva pasión de los cazadores amantes de la naturaleza es el digiscoping, que combina el amor por la fotografía y la vida al aire libre. No es casualidad que durante dos años consecutivos el campeón italiano de digiscoping fuera un cazador apasionado por la naturaleza.
El digiscoping es el punto de llegada lógico para los amantes de la naturaleza y la fotografía. Esta actividad por descubrir, nueva, por explorar, cuyas reglas fundamentales aún están por elaborar, conjuga las dos pasiones, brindando a quienes la practican unos días inolvidables en contacto con la naturaleza. Es básicamente una técnica fotográfica que asocia una cámara (que puede ser compacta, incluso mejor si es réflex) con un bonito telescopio diseñado específicamente para la observación.
El encanto de esta actividad, que ayuda a los aficionados a catalogar la naturaleza fantástica de forma ordenada, viene dado especialmente por el hecho de que incluso a grandes distancias el fotógrafo podrá inmortalizar maravillosos primeros planos de animales que de otro modo serían inalcanzables.
Y si la tecnología utilizada está en sintonía con los tiempos y la cámara réflex digital asociada a un buen objetivo y un telescopio avanzado, el fotógrafo cazador podrá cubrir distancias realmente sorprendentes, logrando alcanzar incluso los 6000 mm de distancia focal. Obviamente, cuanto mejores sean las lentes utilizadas, mayor será la calidad de la imagen capturada.
Para atraer a los amantes de la fotografía a esta forma de arte sensacional, se redujeron sobre todo los costos en comparación con los que tenían que incurrir para la compra de superlienzos tradicionales. Baste decir que también se obtienen buenos resultados al combinar telescopio y compacto de 4 megapíxeles a bajo precio.
Entonces, básicamente, cuando hablamos de digiscoping nos referimos al arte de la fotografía a través de la lente, no de la cámara, sino del telescopio.
Obviamente, es la práctica lo que convierte a cualquier entusiasta en un profesional y la compra de la tecnología y el equipo adecuados. Para hacer aún más atractivo el digiscoping está la posibilidad completamente moderna de revisar las fotos en el ordenador, modificarlas, mejorarlas y sobre todo compartirlas con fans del género y la naturaleza y por qué no, venderlas a cualquier interesado.
Una disciplina tan innovadora solo podría nacer de la pura casualidad. Algunos observadores de aves asiáticos fueron los primeros en hablar de lo que luego se convertiría en digiscoping, a finales de los noventa, cuando se decidió montar oculares telescópicos en cámaras digitales, para tener un mayor alcance.
Los resultados, aunque inmediatamente excepcionales, pudieron mejorarse gracias sobre todo a la experiencia y las tecnologías en constante evolución. Gracias a adaptadores especiales, la observación y sobre todo el rodaje fotográfico se convierten en una emoción para vivir de primera mano.
Aunque a menudo se ignora, las cámaras digitales y las cámaras réflex se pueden utilizar de forma indiscriminada en la práctica del digiscoping, sobre todo porque los últimos modelos de réflex están demostrando ser cada vez más refinados desde un punto de vista tecnológico, ligeros y con la posibilidad de dar al usuario ilimitadas control creativo. Sin embargo, lo digital, tan fácil de imaginar, demuestra ser mucho más fácil de usar, ya que está equipado con numerosos automatismos que facilitan la vida del fotógrafo novato.
Los motivos que han dado tanto éxito al digiscoping son numerosos, pero entre estos se pueden destacar claramente al menos 4:
• la posibilidad de observar la naturaleza con precisión y tranquilidad incluso desde grandes distancias, sin molestar a los animales ni hacerlos correr, admirando sus comportamientos naturales;
• inmortalizar escenas maravillosas para preservar, archivar, compartir;
• respetar la naturaleza y vivir en estrecho contacto con ella;
• la posibilidad de sumergirse en la naturaleza llevando herramientas ligeras que permitan una revisión inmediata de las fotografías realizadas.
Imposible permanecer indiferente ante esta maravillosa pasión que combina la fotografía y el amor por la naturaleza. Una vez capturado por el encanto del digiscoping, lo único que queda es hacerse con una cámara digital, ya sea compacta o réflex, un buen telescopio y obviamente un adaptador que se conecte entre sí.
Otro elemento indispensable es el trípode, imprescindible para asegurar la estabilidad a las fotos, dadas las distancias que deben cubrir los objetivos. Para hacer aún más agradable esta pasión también existen diversos accesorios, como cómodas mochilas o diferentes oculares que te permitirán obtener resultados 5 estrellas.
También es bueno no olvidar nunca que por mucho que la experiencia y las buenas herramientas puedan marcar la diferencia, la calidad de las fotografías tomadas también dependerá mucho de las condiciones atmosféricas y externas. El viento, la falta de luz y la contaminación pueden hacer que la imagen sea menos nítida y ligeramente distorsionada.
Habiendo dicho eso, todo lo que queda es desearle mucha diversión y una buena inmersión en la naturaleza clara y exuberante.
imágenes tomadas de: https://www.digiscoping.it/