El mensaje lanzado por Pablo Castellucciovicepresidente de Consejo Regional de Basilicata, es muy claro. La exasperación de los agricultores, acentuada por laemergencia de jabalí demuestra cómo el plan de control relativo a la provincia de Matera no es adecuado y eficaz. Las manadas de ungulados continúan acercándose a las granjas y las amenazas a los propios agricultores y sus familias se han agravado.
Castelluccio recordó la difícil convivencia con la fauna, difundiendo los datos correspondientes al año pasado. Efectivamente, desde 2016, se han matado 7300 jabalíes en todo el territorio lucano, mientras que los daños a los cultivos en el período comprendido entre 2010 y 2015 ascendieron a 3,2 millones de euros. La compensación establecida hasta el momento por la Región puede cubrir poco menos de un tercio de los daños reconocidos, con limitaciones que se refieren únicamente a las especies "prioritarias".
El vicepresidente también agregó cómo el cultivos valiosos están en peligro en los próximos meses de verano, esperando un plan extraordinario de intervenciones para equilibrar la densidad de jabalíes en Basilicata. Las operaciones deben ser sobre todo parques y áreas protegidas, vigilando también a otros ungulados.