Tres cazadores residentes un Colere, un pequeño pueblo de la provincia de Bérgamo, fueron absueltos del cargo de haber matado un corzo hace exactamente tres años. Los hechos se refieren al mes de noviembre de 2014. En esa ocasión guardabosques de la Policía Provincial habían notado y registrado el auto y la casa de uno de los tres, todos primos entre sí, y descubrieron una pizca de tejido animal y un pelo.
Estos elementos fueron luego examinados a fondo y se descubrió que efectivamente se trataba de un corzo, aunque las escopetas tenían licencia para el caza de liebres y zorros. Según los agentes provinciales, el jirón y el pelo fueron suficientes para acreditar la muerte del ungulado, que posteriormente fue transportado a casa en base a esta reconstrucción.
Durante el juicio hubo entonces la solicitud de la fiscalía de hacer que los tres cazadores paguen una multa de 1500 euros, pero el juez optó por estar de acuerdo con la defensa. En la práctica, la prueba completa de la matanza y la culpa no existe y no puede ser representada por rastros o pequeñas porciones de la naturaleza. El territorio municipal de Colere, caracterizado por numerosos caseríos, forma parte del Parque Bergamasque Orobie, un espacio natural donde se encuentra en vigor una muy estricta ley de protección de la flora y fauna local.