“Comencemos con una premisa muy simple. En Emilia-Romaña la edad media de los cazadores varía entre los 65 y los 78 años. El número de credenciales emitidas en la Región, en una década, se redujo casi a la mitadà y los cazadores inscritos en el ATC, si tenemos en cuenta los últimos datos reportados por la Asociación Caselli con respecto a la temporada de caza 2018/2019, disminuyeron en 20.097 unidades, lo que demuestra que la desafección regional con respecto a esta actividad está en incremento estable.
En un contexto como este, caracterizado por la absoluta ineficacia de la Giunta Bonaccini y la total falta de inclusión de las asociaciones sectoriales, la idea de introducir una app para la gestión electrónica de tarjeta de caza es tan inútil como inapropiado ". Para decirlo, al margen de la sesión de la tarde de la comisión regional de territorio y medio ambiente, está el concejal de la Lega Massimiliano Pompignoli que no está de acuerdo con "la propuesta del partido democrático de empezar en el territorio de Emilia Romagna, a partir de la próxima temporada, la experimentación del carnet regional de caza. Desde nuestro punto de vista, las prioridades son otras.
A la luz del 'sangrado' de los miembros del ATC que esta Región lucha por contener, la idea de desarrollar una aplicación ad hoc para la gestión de las comunicaciones emitidas por cada cazador, acompañado de un servicio de geolocalización con efecto “Gran Hermano”, no solo no simplifica el desempeño de la actividad cinegética sino que, además, no ayuda a resolver el desafecto crónico regional con respecto a esta preciada actividad. Una cosa es cierta; no es de extrañar que el Partido Demócrata piense de otra manera.
En todos estos años, la izquierda regional no ha hecho más que dar la espalda a nuestros cazadores, ignorando sus propuestas y desatendiendo sus peticiones "- concluye Pompignoli -" Sugiero al concejal Molinari y al Ass.re Caselli que mantengan los pies en la tierra y utilicen los recursos regionales para la promoción de herramientas e iniciativas que, al La rutina diaria de la caza, realmente simplifica la vida de nuestros cazadores. Todo lo demás, aplicación incluso, de nada sirve a nadie más que para alimentar la desesperación y el enfado de las filas de quienes, con profundo sentido cívico y pasión, aún practican esta preciosa actividad ”.