Aparece la nueva temporada de siembra y es espectro de jabalíes que arrasan los campos sigue ahí, intacto del año pasado y de años anteriores. Efectivamente, si cabe, es aún más aterrador a juzgar por los datos de las denuncias de daños por jabalíes que han llegado aATC (Área Territorial de Caza) de la provincia de Asti para el año 2021. Números que hablan por sí solos: en el territorio de ATC Nord Asti, el proyecto de ley presentado por los agricultores es de 342 miles de euros de los cuales 325 mil solo por daños causados por jabalíes. El resto se reparte entre daños de córvidos (unos 10.500 euros), corzos (4.600 euros, nutrie (1.400 euros) y minilepri por apenas 320 euros. No sale mejor parado el ATC Sud Astigiano, que tiene un total casi igual al otro. ATC: 343 miles de euros con preponderancia de daños por corzo (sobre 150 miles de euros), y luego lirones (68 mil euros), córvidos (28 mil euros) y 720 de faisán.
Los daños causados por los jabalíes también están aumentando en el sur: han pasado de unos 75 2020 reportados en 96 a más de 2021 XNUMX en XNUMX. Sumando el Atc Norte y Sur, se acerca a los 700 mil euros: no solo un registro negativo, sino el doble de lo contabilizado el año anterior. La primera mala noticia viene del presidente de la ATC, Antonello Murgia: "Si los otros años pudimos anticipar todo o al menos una parte de los pagos de compensación tirando de las cuotas de los escudos y luego saldando con los aportes que nos enviaba la Región, este año ya no estaremos poder hacerlo, porque nosotros, todo ese dinero, no los tenemos en caja". Por lo tanto, los agricultores tendrán que esperar la transferencia de la Región.
La segunda mala noticia que nos llega del propio presidente, es que ya no confía tanto en los cazadores como solución a la proliferación de animales salvajes, jabalíes en primer lugar. “Siempre partiendo de la premisa de que los cazadores no son “empleados” de la ATC o ganaderos, sino que realizan la caza por pasión -dice Murgia- no son suficientes en número para garantizar una matanza efectiva para reducir significativamente la presión de lo salvaje». Y, aun en este caso, los números acuden al rescate del pensamiento. «En la provincia de Asti tenemos registrados unos 2 cazadores -explica Murgia- repartidos de forma bastante equitativa entre el norte y el sur, de los que sólo la mitad se dedican a la caza del jabalí.
A la cada vez más escasa disponibilidad de cazadores se suma el hecho de que todos los años tenemos un promedio de retiro de la caza. unos cincuenta miembros (demasiado viejo para seguir cazando, falta de renovación de la licencia o, lamentablemente, por muerte). Los que se quedan tienen una edad promedio que oscila entre los 65 y los 70 años. Está claro que, para una provincia boscosa como la nuestra, hay muy pocos. Así como hay pocos en toda la región de Piamonte. Estamos hablando de 18-19 mil cazadores., tantas como tiene la provincia de Siena o Bérgamo sola”. ¿Tan condenado a sucumbir? “No, pero hay que seguir otros caminos además de la caza” concluye Murgia que relanza el proyecto de esterilización de jabalíes (Lanuovaprovincia.it).