“Los agricultores del Véneto tienen razón al preguntar un plan de abatimiento más eficaz oponerse el aumento exponencial de ungulados en nuestras montañas y llanuras. En 2017 registramos 155 incidentes que involucraron animales con personas gravemente heridas (205 en total, de los cuales 14 muertos). En los primeros 10 meses de 2018 hubo 118 eventos graves (10 muertos y 155 heridos). A estos datos dramáticos hay que agregar el daño a la agricultura, en términos de cultivos destruidos, fallas de infraestructura, pérdida de biodiversidad y sobre todo riesgos de salud. Según estimaciones oficiales, los daños ascienden a 100 millones de euros anuales.
La única solución para contener las poblaciones de jabalíes son los planes de manejo de vida silvestre que se realizarán en todo el territorio nacional. Con esto en mente presenté un proyecto de ley para introducir nuevas medidas de contención, posible sólo interviniendo en la legislación nacional de caza. La ley del 11 de febrero de 1992, n. 157, ya no es adecuado, como lo demuestra la repetición de episodios graves que ven al protagonista vida silvestre y en particular los ungulados.
Es necesario a la mayor brevedad insertar la figura del cazador calificado y voluntario en la implementación de los planes de control, en apoyo de la Policía Provincial, cuyo personal no es suficiente para atender un problema que solo aquellos con prejuicios pueden negarse a atender. ver. los integralanimalistas están del lado de los jabalíes. Junto a los agricultores. ¿De qué lado está el estado? ”. Esto es lo que declara María Cristina Caretta, diputado de los Hermanos de Italia.