Una elección que se ha definido como controvertida pero que no ha sido bloqueada. Desde unas horas en Finlandia ha comenzado caza de lobos, posibilidad que permitirá a los cazadores del país escandinavo eliminar una quinta parte de los ejemplares: las asociaciones medioambientales no están a favor, pero según las autoridades de Helsinki lo es asesinatos legales y capaces de poner fin a la caza furtiva en los últimos años. Según ha explicado la Agencia de Vida Silvestre de Finlandia, esta experiencia será fundamental para encontrar una solución al problema del lobo de una vez por todas, además porque ya es el segundo año de caza al aire libre. De hecho, durante 2015 fueron demolidos 17 lobos de 24 que era posible cazar.
La reanudación se produjo tras ocho años de suspensión, dado que en 2007 la Comisión Europea había constatado la violación de la normativa de la UE en materia de protección de animales. En los últimos dos años, sin embargo, los lobos casi se han duplicado (pasando de 120 a 250 para ser precisos): en consecuencia, se entendió que la matanza selectiva puede reducir el número de animales salvajes, pero también que Los lobos son una especie muy prolífica y capaces de reproducirse rápidamente..
La tensión fue muy alta en 2013, cuando un grupo de personas que vivían en el municipio rural de Perho decidió tomar medidas, matando a tres lobos. En ese caso hubo juicios y doce hombres fueron declarados culpables. No son pocos, entre otras cosas, Ciudadanos finlandeses que tienen un miedo real al lobo, también porque están muy extendidas las historias que se remontan al siglo XIX y que hablan de estos animales listos para comer vivos a los niños. Solo en la zona de Perho debería haber entre 10 y 20 animales activos, pero los conservacionistas siguen convencidos de que la caza puede comprometer la diversidad genética de los lobos.
Sin embargo, las autoridades han establecido algunas condiciones que los cazadores deberán respetar. Particularmente, los lobos a matar son los más jóvenes, para evitar la dispersión de las manadas, dispuestas a seguir a sus líderes. A pesar de las advertencias, sin embargo, en 2015 también se cazaron lobos que tenían collares y fueron explotados por los investigadores para sus estudios. No se permitirá la caza en varias zonas del norte del país, aquellos en los que la vida silvestre es más agresiva: en estas áreas, la matanza se acepta solo en la hipótesis de un ataque a humanos y se requieren permisos especiales.