Desde el Coldiretti de Milán y Lodi, tras la apertura de la temporada de caza, una invitación al sentido común para decidir medidas equilibradas que sean efectivas para contrarrestar la invasión de jabalíes y nutrias en las áreas a orillas del Ticino.
19 de septiembre de 2011 - Luego de la presentación al Senado de la propuesta de reforma de la ley de parques con la ampliación de la posibilidad de control de vida silvestre en áreas protegidas, en los últimos días ha habido innumerables controversias por parte de ambientalistas que ven esta disposición como un pretexto para poder cazar en cualquier lugar del territorio italiano.
Según el director de Coldiretti de Milán y Lodi, Carlo Greco, “aquí no se trata de dar luz verde a la caza indiscriminada, sino de adoptar las soluciones adecuadas para frenar un fenómeno, como la invasión de jabalíes y nutrias , que están causando daños insostenibles a las empresas agrícolas, poniendo también en riesgo la vida de los ciudadanos, requiere responsabilidad de todos y la reforma de las áreas protegidas representa la oportunidad más adecuada para encontrar herramientas y soluciones adecuadas. No es solo una cuestión de indemnización por daños, sino que se ha convertido en una cuestión de seguridad para quienes viven en zonas periurbanas y en el campo ”.
Las zonas de las orillas del Ticino y algunas de las situadas a lo largo del Po son las más afectadas por el problema de los jabalíes, mientras que en zonas donde existe una densa red de canales de riego, como las de la provincia de Lod, el El problema característico es que las nutrias.
El presidente de Coldiretti de Milán y Lodi, Carlo Franciosi, explica que "por ahora las medidas de contención contra estas dos especies no han dado los resultados deseados y por ello se necesitan intervenciones más incisivas, coordinadas con las autoridades locales".
Mientras tanto, ayer se sancionó la apertura oficial de la temporada de caza con la participación de unos 90 mil cazadores de los cuales unos 8500 proceden de la provincia de Milán y unos 5000, repartidos a partes iguales, procedentes de las provincias vecinas de Lodi y Monza Brianza.