Caza y Fauna: Arezzo, la Provincia lanza la campaña de sensibilización "No estoy abandonado, déjame en el bosque" contra aquellos comportamientos erróneos que, aunque sean de buena fe, pueden causar graves daños a la fauna.
En los últimos días se han recibido numerosas solicitudes de intervención de las oficinas de la Provincia y del Servicio Veterinario de la USL para rescatar pequeños ciervos (corzos, gamos y ciervos rojos) erróneamente considerados abandonados o heridos. En casi todos los casos se trataba de niños en perfecto estado de salud, que simplemente adoptaban comportamientos anti-depredadores o en todo caso se camuflaban entre pastos y arbustos. Es necesario reiterar que, en estos casos, aunque movidos por las mejores intenciones, el mayor peligro para estos pequeños está representado por la presencia, o peor aún, por la intervención de quien hace la denuncia.
De hecho, La presencia humana en las inmediaciones de los cachorros, además de impedir el acercamiento de la madre, puede facilitar la acción de los depredadores presentes en la zona.
Desde hace muchos años la Provincia de Arezzo, en colaboración con la Orden de Médicos Veterinarios de la Provincia de Arezzo, las Áreas Territoriales de Caza y las Asociaciones de Caza, promueve una campaña de sensibilización dirigida a la "no recuperación" de aparentemente en dificultad fauna silvestre.
Es necesario saber que, en las primeras semanas de vida, el joven corzo pasa poco tiempo con su madre, quien solo se acerca para amamantarlo y se aleja a la primera señal de peligro y no volverá a él hasta que se sienta seguro. .; el pequeño está protegido exclusivamente por su total falta de olor y por el mimetismo que le dan los colores del abrigo y la absoluta inmovilidad.
Este comportamiento también es adoptado por otras especies silvestres para escapar de la depredación. Por esta razón, Cada vez que nos encontremos con un corzo no debemos tocarlo ni moverlo, porque las mismas manos lo contaminarán con nuestro olor, privándolo de un importante medio de defensa. El corzo, como otras especies silvestres, no es un animal doméstico, carece de esas características de docilidad, adaptabilidad, confianza con el hombre que distinguen a los animales de compañía como perros y gatos.
Estos cachorros, temporalmente "cariñosos" por nuestro contacto diario, una vez que los adultos pueden asumir comportamientos agresivos, también dirigidos contra el propio hombre, por razones territoriales y sexuales, como para hacerlas peligrosas; también tienen necesidades de comportamiento y ecológicas que no se adaptan a la vida en espacios pequeños, como el jardín o las vallas pequeñas.
Cada año, decenas de bebés salvajes son alejados de sus madres y de su hábitat natural porque se los considera abandonados por error. Este comportamiento, aunque inspirado en la buena fe, además de interferir con el delicado equilibrio de la naturaleza, viola una norma específica (artículo 21 de la Ley 157/92) que prohíbe y sanciona la detención y robo de personas pertenecientes a la vida silvestre.
18 2013 mayo
Provincia de Arezzo