Migración: ANUU, la brújula del petirrojo; nuevos descubrimientos científicos sobre los sistemas de orientación de las aves durante los vuelos migratorios.
Se sabe que desde hace siglos los animales se orientan utilizando las estrategias más dispares: unos con el olfato, otros siguiendo las indicaciones del cielo estrellado, otros porque perciben las líneas del campo magnético terrestre. En resumen, a cada uno su propia brújula que lo guía con seguridad en el largo viaje por los Continentes y en el largo arar los caminos de los cielos. Y en este sentido, nos llega una nueva novedad impactante de J. Al-Khalilì, físico teórico, y de J. Macfadden, biólogo molecular, quienes en su libro “Life on the edge. La mayoría de edad de la biología cuántica ”expresa la tesis básica de que varios procesos de la vida, como los métodos de orientación, se basan en efectos cuánticos. Muchas especies de animales como ballenas, ranas, langostas, abejas y pájaros hacen viajes que son imposibles. Sobre todo está la migración del petirrojo (Erithacus rubecula) que cada año, de Suecia a África y viceversa, se basa en su ADN, orientándose según los mecanismos de detección del campo magnético terrestre que están estrechamente correlacionados con explicaciones cuánticas relacionadas a "electrones entrelazados" que se formarían en el ojo del petirrojo cuando un fotón (una partícula luminosa) es percibido por cierto fotorreceptor en el ojo.
Todo parece complicado para el profano. En realidad se explica por los últimos descubrimientos de la física cuántica relacionados con la biología. Quién sabe si al seguir este camino, se revelarán incluso los secretos más ocultos de la vida.
(7 de mayo de 2015)
Migradores ANUU