El perro muda dos veces al año, en verano y en otoño. Existen diferencias entre los perros que viven en apartamentos y los que viven exclusivamente en el jardín, en relación con la duración del período de muda. Cepillar, cortar el pelo y lavar con champús específicos permitirá que el pelaje del perro permanezca siempre ordenado y limpio.
El pelaje del perro se renueva un par de veces al año, en primavera y otoño. Este es un fenómeno fisiológico al que se le ha dado el nombre de muda. Durante este tiempo el perro comienza a desprenderse de una gran cantidad de pelo para renovar el pelaje.
Los perros que viven en el jardín tienen un período de muda mucho más corto en comparación con los perros que viven en apartamentos, que debido al calor y la luz artificial, tienen una muda que se extiende más allá de la temporada normal, por lo tanto, prácticamente termina.
El desprendimiento del paquete puede causar algunas molestias al propietario, pero esto es solo un fenómeno normal y transitorio. Durante la muda el perro no permanece "desnudo", sino que el pelo perdido es reemplazado inmediatamente por el nuevo que va creciendo.
Durante este tiempo, muchos veterinarios recomiendan cepillar a tu perro con frecuencia, especialmente si es de pelo largo, para eliminar el pelo muerto.
El cepillado constante facilita la eliminación de los pelos muertos y evita que se formen nudos, que son muy difíciles de desenredar (y dolorosos para el perro al intentar quitárselos). La frecuencia del cepillado depende del tipo de cabello: si el cabello es corto es suficiente una vez a la semana, pero en las razas de pelo largo un cepillado diario puede ser fundamental.
En las razas de pelo largo, en particular, una alternativa al cepillado es que un peluquero acorte el pelaje. Teniendo en cuenta esta última hipótesis, permitirá que el perro, durante el período estival, evite sufrir demasiado por el calor: un abrigo grueso, de hecho, corresponde a llevar un abrigo, que ciertamente no es agradable en verano, especialmente para perros que No sudes y sufres de altas temperaturas más que nosotros. Muchos consideran un error la creencia de que cortar o acortar el cabello para arruinarlo: al igual que con nuestro cabello, el cabello seguirá creciendo con normalidad si se acorta.
La piel del perro está protegida del medio exterior y de los microorganismos tanto por la capa de pelo como por una fina película formada por lípidos emitidos por la piel. El champú para perros debe garantizar esta protección y, por tanto, no ser demasiado agresivo con la piel. De hecho, los productos de baño que utilizamos los humanos no son aptos para perros, que tienen un pH (grado de acidez) de la piel diferente al nuestro. Los champús antipulgas merecen una mención específica: la acción de estos productos finaliza en el momento del aclarado; cada champú es capaz de eliminar las pulgas del perro, que se lavan junto con la espuma. Si su perro tiene un problema de pulgas, es recomendable hablar primero con el veterinario. Hay muchos en el mercado y para todos los gustos. en casos de problemas cutáneos particulares como infecciones cutáneas, piel demasiado seca o grasosa, alergias, el veterinario podrá prescribir champús medicinales, especiales para la patología a tratar.
Un perro que vive en un apartamento, en promedio, necesita ser lavado 1-2 veces al mes, aunque el uso de buenos productos, adecuados para la piel del perro, permitirá un lavado más frecuente. Tras el baño notamos que el pelo está apagado y la piel seca y escamosa, o peor enrojecida, o el perro muestra un picor intenso, debemos dejar de usar el producto y consultar a su veterinario.
Antes de comenzar el lavado, debes cepillar al perro para eliminar el pelo muerto y aflojar los nudos. Luego procedemos a lavar con champú, masajeando la piel y distribuyendo la espuma de manera uniforme hasta cubrir todo el cuerpo. Durante el lavado, puede evitar mojarse la cabeza, para evitar que el agua y el champú entren en sus ojos y oídos. Algunos champús necesitan unos minutos para realizar su acción, por lo que será necesario dejarlos actuar sobre el cabello durante unos minutos y luego enjuagar y frotar el cabello con toallas. Si en verano no hay problemas, durante la temporada de frío hay que prestar atención a los cambios bruscos de temperatura: después del baño, aunque esté perfectamente seco, el perro debe permanecer en el interior un tiempo antes de dejarlo salir. al aire libre.
Cepillar al perro a diario o no, según el caso, permitirá que nuestro amigo viva mejor y en orden, mientras que el dueño no se verá obligado a recoger tanto pelo que se deposita en el suelo o en el jardín.