La caza lleva casi un mes abierto oficialmente pero a algunas personas no les gusta y para demostrarlo realizan gestos sensacionales contra la caza.
Entonces sucede que un cazador encuentra el suyo pabellón de caza, construido con esfuerzo y pasión, incendiado por un pirómano. El galpón estaba ubicado en un campo a la izquierda de Agno, en el límite entre Cornedo y Brogliano.
Por ahora, este es un caso aislado que ciertamente no puede hacer sonar la alarma, pero sigue siendo un acto grave, en detrimento de un cazador. En cuanto al daño material, es un asunto menor ya que se han quemado las cañas de sorgo con las que se construyó y algunos metros cuadrados de matorral a su alrededor.
Los otros cazadores que poseen las cabañas cercanas ahora están en alerta por temor a que el vándalo o los vándalos ataquen el loto, haciendo que sus artefactos se conviertan en humo para cazar. Entre la cháchara del país, sin embargo, hay quienes también plantean la hipótesis de un despecho entre los cazadores.
(20 de octubre de 2015)
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