Consejos prácticos para mantener limpio a tu perro caza.
Suponiendo que el perro de caza no debe lavarse con demasiada frecuencia, es importante conocer el camino para una limpieza general con el uso de agua. A pesar del imaginario colectivo (también complica la televisión), con el que imaginamos el perro limpio y fragante , nuestros amigos de cuatro patas no necesitan un lavado frecuente. Teniendo en cuenta también los altos costos de llevarlo al baño, a pesar de que los lavados de perros totalmente automatizados se están extendiendo hoy en día, los baños demasiado frecuentes podrían irritarle la piel y causar dermatitis. Por eso, esta operación de limpieza general debe realizarse con moderación y sobre todo con una buena organización. Primero necesitas acostumbrar a tu mascota al baño desde una edad temprana, ya que el hábito del agua hará que todo sea más fácil.
Los necesarios son: cepillo, peine, champú específico para perros (aunque algunos también lo recomiendan para niños), bálsamo para perros, bolas de algodón, una esponja y un potente secador.
Antes del lavado, sería recomendable aplicar las bolitas de algodón en las orejas del perro, para evitar la entrada de agua en el pabellón auricular que podría ocasionar algunos problemas. Una vez hecho esto, el perro de pie en una tina; posteriormente, el cuerpo del aniamle debe estar completamente mojado, prestando atención a que no entre agua en los oídos.
algunos veterinario Aconsejar no mojar la cabeza del perro y evite lavarlo, solo para evitar problemas. Cuando el cuerpo del animal esté completamente mojado, se puede proceder a la aplicación del champú en dosis moderadas, extendiéndolo en el lomo y sobre la esponja. Con este último se enjabona todo el cuerpo, strifinando leggerm, ente para quitar la suciedad y quitar el pelo muerto. Masajeando el perro Con la esponja durante unos minutos, puedes enjuagar al animal y, si es necesario, repetir la operación con el champú, en caso de que tu amigo esté particularmente sucio. Después del champú se puede proceder a la aplicación del acondicionador, que una vez extendido por todo el cuerpo (quizás con las manos sin usar la esponja) se debe dejar actuar unos minutos. Después de este período de tiempo, el perro debe enjuagarse bien. Escurre el agua y luego seca al animal con una toalla sin frotar demasiado. Durante estas fases, verá mucho pelo pegado tanto en la esponja como en la toalla: no se preocupe, es todo pelo muerto el que se desprende naturalmente.
Una vez que se ha eliminado el exceso de agua del pelaje, se debe utilizar un secador de pelo muy potente, ya que dependiendo de la longitud del pelo y del tamaño del perro, se tardará un tiempo en secarlo por completo. Durante la fase de secado hay que tener cuidado de no dejar zonas del cuerpo húmedas, especialmente en invierno: de vez en cuando hay que acariciar el cuerpo del perro con la mano, para poder sentir si hay partes húmedas que no se hayan se ha secado para siempre. El secador de pelo no debe estar demasiado cerca del perro, sino a una distancia de unos 30 centímetros. Una vez realizado el secado, se puede proceder con un buen cepillado para eliminar el pelo muerto. Para los dueños de perros de pelo largo, recuerde que estos últimos tienden a perder más pelo de lo esperado hasta dos o tres días después del lavado, ya que la piel se suaviza.
El baño es una oportunidad para observar bien el cabello (recuerde, sin embargo, que una cierta pérdida de cabello es fisiológica no solo en los cambios de estación) y la piel del animal: enrojecimiento, presencia de caspa, manchas con cabello adelgazado, opacidad. del abrigo, etc. En estos casos, contacta con tu veterinario quien te asesorará sobre la terapia a seguir, quizás en base a suplementos a administrar al animal durante un determinado período de tiempo.
Una vez que el animal esté seco, proceda a limpiarle las orejas. Esta operación debe realizarse no solo al bañarse, sino con regularidad, al menos una vez a la semana (incluso con más frecuencia en el caso de animales con orejas largas).
Para limpiar el pabellón exterior: Humedece un hisopo de algodón con leche limpiadora (o con un detergente especial para uso veterinario) y frota suavemente, insistiendo en las partes donde hay mayor acumulación de suciedad. Para limpiar el conducto auditivo: después de haber introducido un detergente especial de uso veterinario en el oído, masajear el conducto auditivo externo y retirar con un algodón lo que salga del oído. Importante: nunca use hisopos de algodón. Digamos que la experiencia del bango es un poco traumática para el perro y por ello debemos ser pacientes y no mostrarnos nerviosos si el animal no coopera. Intentamos tranquilizarlo y al final de esta operación un premio puede ser algo bueno.
No hemos mencionado específicamente los nombres de los productos, ni cuántas veces al año se debe lavar al perro. Estas son opciones que quedan a criterio del lector, incluso si quisiéramos darle un consejo: si tiene alguna duda, consulte a su veterinario de confianza. Él será quien te proporcione información útil para mantener el tuyo saludable. perro de caza.