"Viva satisfacción" fue expresada por Comité regional de gestión cinegética y por asociaciones Arcicaccia, Enalcaccia y Federcaccia por la reciente sentencia del Tribunal Administrativo de Valle de Aosta contra dos órdenes del alcalde del municipio de Valgrisenche. Las dos medidas, declaradas ilegítimas y anuladas "por considerarse carentes de los requisitos de la ley", instituyeron "Un área prohibida para la caza en el área correspondiente a la cuenca de la presa de Beauregard".
Según el Comité y las asociaciones de cazadores, la iniciativa del alcalde Riccardo Moret "corría el riesgo de constituir un precedente peligroso e ilegítimo del que podrían haberse inspirado otros alcaldes de la región para limitar la actividad cinegética, en su mayoría en una época en la que el mismo ya está sujeto a continuas limitaciones". Este último, además, "desmotivado desde el punto de vista científico y biológico", como sucedió con la "moción aprobada en el Consejo Regional sobre la suspensión de la caza de perdiz blanca y liebre variable".
Las ordenanzas - lee la nota emitida por representantes de las escopetas - fueron motivados por el alcalde recordando "la supuesta necesidad de proteger la seguridad ciudadana sobre la base de 'razones genéricas de peligro vinculadas al tipo de actividad que se ejerce'", así como "numerosos informes que certifican la presencia de cazadores en la zona de Presa de Beauregard'". Sin embargo, prosigue el comunicado, los jueces administrativos "observaron que la actividad cinegética ya es objeto de una 'disciplina meticulosa por parte del legislador estatal' y por lo tanto se retira de poder municipal excepto en presencia de elementos fácticos específicos y pertinentes que deben evaluarse rigurosamente ". Elementos que “en el presente caso eran completamente inexistentes o, en todo caso, no estaban respaldados por actividad preliminar"(Aostasera.it).