Relaciones familiares complicadas
No son sólo los calendarios los que ocupan a los jueces del TAR en lo que a cuestiones de caza se refiere. De hecho, en los últimos días ha salido a la luz la historia de un cazador romano que acudió al Tribunal Administrativo Regional para recuperar su licencia de fusil. De hecho, la renovación había sido denegada debido a la relaciones menos que idílicas con los suegros.
Quejas y quejas repetidas
Pronto se cuenta la historia. El hombre que presentó el recurso estuvo en el centro de más de una discusión con los padres de su esposa, con distintos tipos de acoso y diversas denuncias y denuncias. Las conciliaciones, pese a los repetidos intentos, no han mejorado la situación: más concretamente, el conflicto entre las partes surgió por la propiedad de un inmueble.
Presentación y sentencia
Por eso, según los jueces del Lazio, existen todas las condiciones para no permitir que esta persona conserve su licencia de caza, teniendo en cuenta que la retirada de las armas se remonta a hace casi 10 años, después de que el suegro denuncia de ley por injurias y amenazas agravadas. Ni siquiera la limadura fue suficiente para "salvar" al cazador que tuvo que abandonar su actividad cinegética.