Los cazadores del barrio del Tarvisiano, en la provincia de Udine, han decidido pasar de las palabras a los hechos contra los cazadores furtivos. De hecho, en los últimos días se celebró una importante asamblea en la que participaron directores de varias reservas de caza en Friuli Venezia Giulia, además de las granjas de caza de vida silvestre. Todos juntos decidieron formar partido civil durante la juicio penal contra algunos cazadores furtivos, una acción legal destinada a buscar una indemnización por daños y perjuicios.
La decisión se tomó después de que el Cuerpo Forestal y los Carabinieri completaran una gran operación contra la caza furtiva. Los trabajadores militares y forestales descubrieron una organización que comerciaba ilegalmente con caza y estaba activa en Venzone y Pontebba. Los criminales eran capaces de sacrificar corzos, ciervos y rebecos y luego revenda la carne en el área de Veneto.
El mundo cinegético local intervino porque estas actividades dañan la fauna y la imagen de los cazadores honestos, respetuosos de los gravámenes y cupos asignados y cuidadosos en seleccionar la caza adecuada en función de la edad y la época. Los cazadores furtivos, en cambio, no respetan ninguna norma y cazan de noche mientras los animales pastan. El objetivo de la acción judicial es precisamente señalar la diferencia entre la caza y la caza furtiva, una distancia que muchos se han ido ampliando en las últimas semanas.