Caza de jabalíes: es posible limitar los conflictos entre equipos: el secreto está en el buen conocimiento del territorio que debe distribuirse de manera justa y teniendo en cuenta muchos elementos que muchas veces se subestiman.
Cuando se habla de La caza del jabalí, uno de los principales problemas es el del conflicto entre los equipos. Las zonas de caza suelen estar mal distribuidas y no se tienen en cuenta elementos importantes. Esta disparidad entre territorios asignados a uno y otro equipo, como es fácil de imaginar, es el motivo de enfrentamientos bastante intensos que van en detrimento de la naturaleza y el territorio. Crear subdivisiones bien pensadas no solo es posible sino también esencial para una buena gestión de los ungulados en los territorios. Por otro lado, la excesiva presencia de jabalíes en la zona puede causar muchos problemas a quienes viven y cultivan a pocos pasos del bosque.
Pocas personas lo saben, pero en óptimas condiciones el jabalí apenas abandona su habitat. Los motivos que le empujan a hacerlo son bastante sencillos: aunque prefieren comer bellotas y castañas y todos los productos que ofrece el bosque, estos no siempre están disponibles.
Durante las estaciones secas, por ejemplo, la necesidad expulsa al jabalí del bosque en busca de alimento. El peligro para los territorios agrícolas que se encuentran en el área se comprende fácilmente. Cuanto menor sea la madera pobre en alimento, más frecuentes serán las incursiones de jabalíes: este es un elemento importante a tener en cuenta a la hora de proceder a la asignación de cotos de caza.
Cómo dividir los terrenos de caza entre equipos. Hacerlo es bastante difícil y exigente, y la buena distribución de los territorios es fundamental para una buena gestión de la presencia de silvestres en el territorio. Los elementos a tener en cuenta a la hora de dividir el territorio son diferentes:
• distancia de las áreas de caza de las áreas comúnmente conocidas como "embalses", es decir, las áreas donde los jabalíes saben que pueden refugiarse ya que el cazador no puede entrar con el arma en la mano;
• tamaño de la bolsa de juego que históricamente se ha logrado en un área específica;
• composición numérica de cada equipo;
• Tiempos de rotación entre las distintas zonas de caza (referidos a los tiempos de descanso que cada equipo tendrá que ofrecer a la zona para que los jabalíes vuelvan a poblarla).
Teniendo en cuenta todos estos elementos, es posible crear un pequeño mapa de toda la superficie disponible para la caza y luego dividir el territorio entre equipos. El principio a respetar es simple: cada equipo debe tener potencialmente las mismas posibilidades de caza que los demás. De esta forma los conflictos entre grupos se pueden cancelar o al menos limitar.
Forrajeando. Esta es una técnica que no siempre está permitida para tratar de atraer a los jabalíes fuera de esas áreas llamadas embalses. De hecho, los jabalíes, bastante inteligentes y desconfiados, pronto aprenden que cuando salen de las áreas protegidas, arriesgan mucho, por lo que los cazadores, para convencerlos de que salgan a la intemperie, confían en el apetito de la naturaleza: colocan granos de maíz en las zonas de caza que inevitablemente atraen a los jabalíes. Como se mencionó, esta es una técnica comúnmente prohibida por las administraciones locales por al menos dos razones: generalmente se cree que la búsqueda de alimento es capaz de inducir un aumento en la productividad de las poblaciones de jabalíes y que las cerdas sujetas a búsqueda de alimento están sujetas a partos dobles. En general, se trata de simples leyendas rurales: el hecho de que los jóvenes jabalíes sean avistados tanto en otoño como en invierno y no por un parto doble es una situación provocada por el desplazamiento del período de celo de las hembras jóvenes.
Si se permitiera la búsqueda de alimento (especialmente durante los períodos de caza), la caza del juego sería tal que haría totalmente inútiles los muestreos de selección durante los períodos de cierre de la caza. Además, el forrajeo planificado permitiría limitar los conflictos entre equipos, que también encuentran oportunidades de discusión sobre este tema.
El desfile. Incluso las muchas técnicas de parada prohibidas quizás se reevaluarán como una oportunidad de enfrentamiento entre los diferentes equipos. Si bien es necesario seguir prohibiendo el uso de productos químicos contaminantes, franjas de colores y fuego, la presencia de los equipos en el coto de caza pocas horas antes de la apertura resulta menos perjudicial. De hecho, la presencia de cazadores impide que la caza se refugie en los embalses, lo que garantiza una buena recolección durante el período de apertura de la caza. Esta concesión haría prácticamente inútil la tasa de selección.