Las recientes declaraciones del jefe de la sector cinegético de Círculos de Brescia de Legambiente dieron paso a la Federcaccia provincial para hacer algunas reflexiones sencillas. Según el representante de esta asociación de derechos de los animales, “en la ley nacional 157/92 está debidamente previsto dentro de los Comités de Gestión una representación minoritaria (30%) de cazadores con miras a gestionar el territorio como resultado de un acuerdo entre todas las realidades implicadas ”. En esencia, los miembros pagadores del Atc y Ca, que son los cazadores, es justo que estén en minoría porque es evidente, según Legambiente, que solo con el aporte ilustrado de los activistas por los derechos de los animales puedes gestionar la actividad de caza.
No solo eso, según el representante de Legambiente, la supuesta ineficacia de Atc y Ca en la provincia de Brescia Depende del hecho de que en el pasado “las asociaciones e instituciones agrícolas han delegado demasiado para representarlas en los comités de gestión representantes de las asociaciones de caza”. Francamente, pintar el mundo de la caza como un revoltijo de personas incapaces y personas a las que exprimir no es bueno para nosotros. Los representantes de las asociaciones cinegéticas y agrarias siempre han trabajado con compromiso y dedicación mientras la contribución de una parte del mundo ambientalista vinculada a las franjas más animalistas fue casi nula. La arrogancia de quienes creen poseer el sagrado don de la inteligencia está destinada a estrellarse contra el muro de la honestidad de los cazadores, también respaldada por los recientes resultados electorales de Brescia.
Si las instituciones locales en el pasado han escuchado las demandas del mundo de la caza, lo han hecho porque dan testimonio de las necesidades reales del territorio. El problema del jabalí no se solucionará con las palabras de Legambiente así como el de las nutrias y mucho menos el de la recalificación de hábitats. Solo la colaboración entre agricultores y cazadores puede dar sus frutos porque se basa en hechos y no en teorías. Confiamos en la Región de Lombardía y esperamos una repentina puesta en servicio del Atc Único de Brescia para luego poder dar vida a un nuevo Comité de Dirección, serio y operativo y ya no poblado de sabios juristas, teóricos e ineficaces.