¡Cuántas polémicas por la renovación de una Junta Directiva de un Parque Natural! Obviamente estamos hablando de la Turbera de Sebino renovado por la expiración natural del mandato por los auditores de la tres gerentes comunes y que llevó a la elección de Giambattista Bosio, ex vicecomandante de la división de caza de la provincia de Brescia, como presidente. Probablemente si esta hubiera sido la única nota en su currículum, nadie habría dicho nada, pero ¡Bosio también tiene pasión por la caza! Y para los ecologistas y las fuerzas políticas estrechamente vinculadas a ellos esta es una mancha indeleble e inaceptable. Pero lo que enfureció a estos caballeros es que también otros 3 de cada 4 miembros del comité de gestión también son cazadoresy, por lo tanto, tampoco serían una cita adecuada.
¡Qué puedo decir, al menos estamos en una situación grotesca! Las personas que tengan antecedentes penales limpios, nombrados por alcaldes elegidos democráticamente, expresión de evidentes mayorías políticas, deben dar paso a peritos autodenominados, nombrados por quienes no han sido premiados por consenso popular y quizás sin experiencias específicas. Porque todo se puede decir excepto que Giambattista Bosio no tiene experiencia, ganada en la zona, en contacto con el medio ambiente y comprometido desde hace 35 años en hacer cumplir las normas y las leyes que protegen la fauna. Si luego agregamos que Bosio, Titta para los amigos, es un federcacciatore, ¡entiendes bien que la tortilla está lista!
Somos indiferentes a las fuertes acusaciones realizadas por un consejero regional del Movimiento 5stelle, así como a la quejas de los activistas habituales por los derechos de los animales. Nos gustó la última frase de una entrevista difundida por Bosio "No tengo nada que decirle a Legambiente excepto que muchos cazadores de Federcaccia están listos para venir a limpiar la zona de turbera gratis" Estimado presidente, pite y muchos vendrán a mostrar a todos, incluido rosetas, como pueden ser los cazadores útil para el medio ambiente. No nos interesa infringir las leyes, anular sentencias o peor aún, dejar huella en nuestros amigos: estamos dispuestos a hacer nuestra parte, como siempre.