dino scanavino, número uno de los Confederación Italiana de Agricultores (CIA), sonó la alarma en vida silvestre en nuestro país, esperando intervenciones decisivas en el año que acaba de comenzar. Según Scanavino, los llamamientos de los agricultores no han sido escuchados, pero el problema ya no se puede posponer. De hecho, ha llegado el momento de fortalecer las herramientas de contención preventiva, con el fin de agilizar los procedimientos y aumentar los fondos de compensación a los productores que han estado involucrados. Los daños ascienden a varios millones de euros y, lamentablemente, los accidentes en las carreteras se han vuelto frecuentes.
La CIA se queja especialmente del silencio del gobierno, que en cambio debería haber tomado una medida urgente para frenar la emergencia de la vida silvestre. En los últimos meses, los agricultores italianos habían lanzado una importante movilización en todo el país, entregando a los prefectos un documento específico para informarles y pedir una reforma radical de los instrumentos disponibles para la lucha contra. Además, en septiembre, como consta en el llamamiento del presidente, se hicieron varias propuestas a los ministerios de agricultura y medio ambiente, pero no fueron suficientes.
Por lo tanto, la confederación está tratando de instar con agrinsieme (la coordinación que representa a las empresas y cooperativas de CIA, Confagricoltura, Copagri y la Alianza de Cooperativas Agroalimentarias) las distintas instituciones para solucionar el problema de una vez por todas. Scanavino solicitó específicamente leyes inmediatas para manejar la especie correctamente y en relación con la capacidad del territorio para sustentar la convivencia sostenible. Además, se necesitan medidas para ayudar a los agricultores afectados. Para la CIA, los datos confirman la necesidad de una intervención de abstinencia selectiva, para controlar la presencia excesiva de ungulados y depredadores salvajes. También debe haber medidas adecuadas para la matanza de nutrias.
Los números más preocupantes son los de Toscana (2,1 millones de euros al año),Emilia Romagna (2,7 millones), de marcha (1,1 millones) yUmbria (1,07 millones). Además, en las regiones de los Apeninos desde Calabria hasta Liguria, la vida silvestre ha llegado a matar de 2000 a 2500 ovejas cada año considerando las acciones en el rebaño. En la parte final del llamamiento de la confederación se puede leer la solicitud de intervenciones extraordinarias para reequilibrar la presencia y densidad de ungulados con el territorio. La compensación del sector obviamente no es un aspecto secundario, también porque en muchas regiones se cubre menos de un tercio (30% para ser precisos) de los daños reconocidos, con frecuentes limitaciones solo a las especies prioritarias (las indicadas por la Unión Europea). ) de la vida silvestre.