Ladrón en serie de motores marinos fuera de borda "disparados" por cazadores. Después de ser detenido y bloqueado, se arriesgó a ser linchado y sólo la intervención de la policía evitó lo peor. Ocurrió el jueves por la noche en Lova di Campagna Lupia, a lo largo del canal que va desde la carretera de Romea entre los valles de pesca y caza de Figheri y Pierimpiè, y luego desemboca en la laguna. El perpetrador de la redada que arriesgó mucho sería un hombre de 47 años de Marghera. Tras pasar la noche en la caseta de vigilancia, ayer por la mañana se presentó en la Corte de Venecia para la vía directa.
El juez convalidó la detención, pero lo dejó en libertad en espera de juicio. El robo de fuerabordas para embarcaciones siempre ha sido una actividad ilegal que siempre se ha sabido. Se lleva a cabo a lo largo de toda la costa veneciana. Durante una semana en particular, los ladrones habían estado apuntando a los barcos amarrados a ambos lados del canal Lova, cerca del edificio de almacenamiento que da servicio al valle de Figheri. En los días anteriores, los cazadores habían notado a una persona deambulando por la zona con recelo. No en vano, en dos tardes separadas, dos motores instalados habían sido robados en tantas pattanelle de caza. Demasiado para los cazadores, que han decidido correr para ponerse a cubierto.
Para no alarmar a los ladrones ni siquiera hicieron un reporte de robo, pero decidieron organizar turnos de guardia para tratar de atrapar a los ladrones con las manos en la masa. Alrededor de las 19 de la noche del jueves, en la oscuridad, una persona llegó a la zona en un automóvil. Después de estacionar cerca de la grada de los botes, se subió a uno de ellos, desenchufó el motor y lo depositó en la cajuela del auto. No contento, volvió a marcar otro robo. En este punto los cazadores salieron de su escondite y lo rodearon.
El hombre trató de defenderse y escapar, pero no pudo hacer nada contra la ira furiosa de los cazadores, a quienes pronto se unieron otras personas locales. Cuando la situación se estaba descontrolando, llegó al lugar una patrulla de carabinieri del Tenenza di Dolo, a la que posteriormente se sumó otra del cuartel de Vigonovo. No sin dificultad, el hombre fue conducido al cuartel, donde manifestó toda su ira impotente contra todo lo que se le presentaba (El Gazzettino).