Ocho mil trescientos cincuenta. Entre Nogara, Isola della Scala y Gazzo Veronese, sobre todo. Para Corrado Pasini, presidente de la zona de caza tártara, «la de nutria sacrificada en 2021 es una de las cifras más altas de los últimos años ”. Un número, ese 8.350, que para las asociaciones comerciales de agricultores solo vuelve a proponer el tema de "daño incalculable»Al cultivo de la Bassa. Roedor originario de América del Sur, importado a Italia para criarlo con el fin de producir pieles y luego liberado en el campo debido a crisis de mercado y negándose a afrontar los costes de la matanza, la nutria se alimenta de los brotes de plantas herbáceas y arbóreas.
"Maíz, soja, trigo, cebada, la Bassa es una"hábitat perfecto"", Dice el alcalde de Nogara, Flavio Pasini, único homónimo del otro Pasini antes mencionado, quien es el hombro de la Municipalidad en la organización de un curso que, fin de enero, tendrá como objetivo informar a los agricultores de la zona sobre el correcto uso de las jaulas de captura. Hablemos de aquellos agricultores cuyo plan de control regional de coipo, válido hasta finales de 2025, renueva la posibilidad de colocar trampas, en paralelo con la matanza por captura o tiro directo por parte de personal voluntario como cazadores entrenados (cuyas cacerías se realizan de noche).
Para el presidente de Coldiretti Verona, Alex Vantini, “son bienvenidas las iniciativas para limitar la población de nutrias, ahora fuera de control, que generen daños tanto a la seguridad hidrogeológica del territorio como a la producción: las nutrias asaltan los campos cultivados y los huertos creando túneles a lo largo de las riberas con alto riesgo hidráulico y fragilidad del suelo que hace que se derrumbe ». Espera, el alcalde de Nogara, que "el uso correcto de las jaulas trampa pueda ser una solución casi decisiva". Ciertamente ese rumbo caerá un año después de una noticia que hizo las rondas de los periódicos, es decir la muerte de cientos de animales en el oasis naturalista de Busatello, en Gazzo Veronese, ligado a los insecticidas de un campesino de tierras vecinas que, dictado "exasperado" por las nutrias, apuntó sólo a ellas.
Noticias que reavivaron la oposición radical de las asociaciones de derechos de los animales con respecto a todo el enfoque de la cuestión de la nutrición. Una pregunta que, además, sobre el tema de las reducciones, se extiende inevitablemente a la eliminación de cadáveres. El plan regional lo autoriza "en el campo", hasta un límite de diez animales por día por hectárea. Así como renueva la posibilidad de dejar las nutrias sacrificadas en el lugar "si no hay razón para creer que están contaminados con enfermedades transmisibles". Y finalmente cita, en rima con ese plan nacional de gestión del coipo según el cual "la captura in vivo mediante jaulas-trampas sigue siendo el método preferido", el artículo 13 del Reglamento UE 1069/2009 que, entre las diversas técnicas , prevé la incineración (Mensajero del Veneto).