La caza del zorzal es una caza al rececho, que se puede practicar tanto en la caza como en el regreso.
El zorzal forma parte de la familia de aves Turdidae, que a su vez pertenece al orden Passeriformes. El ave se divide en dos variedades: Turdus philomelos y Turdus iliacus.
En concreto, el zorzal común o Turdus philomelos está presente en gran parte del norte de Europa (Francia, Reino Unido, Escandinavia, Alemania, Rusia y los Alpes italianos) en el periodo estival donde nidifica, mientras que inverna en las regiones mediterráneas (Italia, España, Croacia, Grecia y Norte de África). Llega a Italia a principios de octubre y vuelve a partir hacia marzo.
Su presencia es abundante en las zonas montañosas del centro y sur de Italia, donde se alimenta principalmente de olivos y bayas.
El ala roja o Turdus iliacus se encuentra libre en la naturaleza en casi todo el hemisferio norte, en Europa, Asia y el norte de África, pero también se han visto algunos ejemplares raros en América del Norte. Su hábitat se compone de bosques de coníferas, campos cultivados llenos de huertas.
La caza de ambas variedades de zorzal, tanto del zorzal rojo como del zorzal común, está regulada por el art. 18 de la ley marco 157/92 según la cual el ave puede cazarse desde el tercer domingo de septiembre hasta el 31 de enero. Sin embargo, hay que recordar que las Regiones regulan la actividad cinegética y, por tanto, en aras de la conservación de la especie, estas últimas pueden modificar el calendario cinegético. El zorzal se caza básicamente en cobertizos, con la ayuda de zorzales que sirven como señuelo.
En la práctica, es necesario identificar un lugar rodeado de grandes árboles desnudos y sin hojas, llamados "perchas", ya que previsiblemente se posarán sobre ellos los zorzales atraídos por sus primos cantores, previamente colocados en sus jaulas por el cazador. Los cazadores, escondidos detrás de la cabaña, podrán así abatir a los zorzales que se posarán en estos árboles. De hecho, estos escondites están equipados con ranuras especiales (aberturas altas y estrechas) que permiten disparar sin ser visto.
Respecto al zorzal, es posible realizar tanto la caza de gallinas como la caza de retorno. Ambos modos de caza son del tipo apariencia. Básicamente hay que estar al acecho a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde hasta bien entrada la noche, momentos en los que los zorzales abandonan el monte para dirigirse al pasto y viceversa.
Si un calibre 20 -24 es suficiente para cazar en cobertizo, para espera, caza y caza de regreso, se recomienda el calibre 12, con 8 a 10 cartuchos de plomo.
En algunas regiones la caza del zorzal se practica con el método tradicional del pito de boca o silbato manual y con tiro de volea.
Según muchos cazadores, el método de peinado es sin duda el más divertido, ya que coincide con el movimiento de los zorzales por la mañana y puede durar incluso más de media hora.