Mientras los cazadores italianos se preparaban el pasado sábado para el día siguiente, domingo 18, día de apertura de la temporada de caza, los ecologistas desfilaron por las calles de Turín unidos en una manifestación nacional contra la caza saludada por el ministro Brambilla.
La manifestación ambiental, que también tenía el propósito de promover el referéndum abrogativo en Piamonte, a pesar de la organización a lo grande y el apoyo de algunos partidos y del propio ministro Brambilla, aparentemente no logró reunir el consenso esperado; de hecho, hubo poco más de mil participantes (850 incluso para la Jefatura de Policía) frente a los casi cinco mil que se jactaban en las webs de los promotores.
Parecería que muchos "supuestos ecologistas" habrían desistido de salir a la calle contra la caza por razones válidas como dar su apoyo a la organización de los medios para viajar a Turín desde toda Italia.
La Brambilla veía positivamente la manifestación de protesta y quiso dar su apoyo, esperando con su propio mensaje por la abolición de la caza: “Esperando el día en que finalmente podamos abolir la caza, es importante asegurar el estricto cumplimiento de la directivas y leyes nacionales de las Regiones, que con demasiada frecuencia y con demasiada voluntad ceden a la presión de los lobbies de los cazadores y de quienes los protegen ”.
Además, el ministro renueva los fundamentos de su pensamiento sobre los derechos de los animales, recordando que "Los que van a cazar, de hecho, matan animales inocentes por pura diversión y dañan gravemente el medio ambiente que es patrimonio de todos". Finalmente, Brambilla insta a un "rechazo decisivo a la práctica bárbara de la caza" ya abrazado por "una abrumadora mayoría de la opinión pública que ya no debe ser ignorada".
Con su intervención, el ministro no parece querer tener en cuenta los innumerables problemas provocados por la fauna silvestre en excesiva proliferación, que se dan en muchas zonas del territorio italiano y que tienen que afrontar tanto las administraciones locales como estatales.
Confiado en lograr un gran consenso popular, Brambilla declara: "Los que se oponen a la caza tienen la fuerza para cambiar las cosas y lo demostrarán con el referéndum que se celebrará en Piamonte el próximo año".
La esperanza del pueblo cazador es que en el futuro estos ecologistas demuestren toda la "fuerza" mostrada el pasado sábado durante la manifestación en Turín y sobre todo que sus argumentos sigan siendo tan "válidos".