La LIPU (Liga Italiana de Protección de Aves) utilizó la XNUMXa edición de su asamblea nacional para pedir la exclusión de la alondra de la lista de especies de caza. En la práctica, se lanzó una campaña titulada precisamente "Salvemos la alondra" por una variedad de razones. Según la asociación, de hecho, entre 2000 y 2012 el número total de estas aves es preocupantemente disminuyó en toda Europa, una disminución de entre 25 y 35 puntos porcentuales.
La disminución habría sido aún más grave durante el período 1990 - 2012, es decir, entre el 35 y el 45%. La Liga también destacó la “Mal estado de conservación” de la alondra en Italia. La caza se definió devastadora en este caso, en particular por la diferencia de peso entre un cartucho (60 gramos) y el del animal (40). El discurso de Marco Gustin, Jefe de Especies e Investigación, destacó cómo los homicidios legales equivalen a 1,8 millones en nuestro país (73% del total europeo), a lo que se suman las "grandes cantidades de matanza ilegal".
Además, las alondras se confundirían con demasiada frecuencia con otras especies no cazables, en particular la bisbita, la parrilla, la cappellaccia y la tottavilla. El objetivo de la LIPU es movilizar al máximo a la ciudadanía, como ya ha sucedido con motivo de la abolición de las capturas de los denominados "señuelos vivos", para que se envíe una colección de firmas al Primer Ministro Matteo Renzi.