Mateo Cozzani, alcalde del Municipio de Porto Venere (La Spezia), firmó la orden autorizando la matanza de jabalíes en todo el territorio. De hecho, el centro habitado se ve afectado por avistamientos continuos de estos ungulados, incluso grandes. La población salvaje está provocando problemas de no poca importancia. Los daños a la propiedad privada son numerosos, así como la destrucción de cultivos, jardines, céspedes y más.
Los retiros serán encomendados a los coadjutores encargados de verificar el número en el parque natural regional. Además, la coordinación de operaciones estará a cargo de la ex policía provincial, Sección de Vida Silvestre. El objetivo es proteger al máximo a los vecinos, ya que varios avistamientos se refieren a las zonas en las que los turistas dejan sus autos estacionados para llegar al pueblo de Liguria.
Sin embargo, otros detalles se leen en la ordenanza. El primer ciudadano ha formalizado la prohibición de dar comida y desperdicios de comida a los animales salvajes, sin olvidar la obligación de mantén la tierra limpia de malas hierbas que debe ser respetado por los habitantes y propietarios de la tierra. La brigada trabajará en conjunto con la Unidad de Vigilancia de Fauna de la Región de Liguria, estableciendo precisamente cuáles son las áreas en las que llevar a cabo la contención de ungulados. Las sanciones financieras van por 25 500 en euros.