Desde octubre de 2020 Roma Capital ya no tiene una figura delegada para garantizar el bienestar de los animales. De hecho, la despedida de Loredana Pronio del Campidoglio se remonta a esa fecha. Una despedida polémica, por las elecciones que la administración pentastellata había emprendido en la gestión de jabalíes y barriles. En la ciudad la presencia de Un montón de animalesya sea doméstico o salvaje, sin embargo, plantea la cuestión de sus derechos y sus derechos convivencia con el hombre.
Una cuestión que puede atañer al fenómeno de los extraviados, como el de cantidad de ungulados que, desde hace más de cinco años, recorren la ciudad a lo largo y a lo ancho. Y de la que seguimos recibiendo informes. “Roma necesita una figura institucional que haga una síntesis, es decir, que también sepa promover mayor colaboración entre organismos y asociaciones con fines proteccionistas”Explicó el concejal de los Hermanos de Italia Andrea De Priamo quien, con su grupo, presentó la solicitud para dotar al municipio de un nuevo delegado en la asamblea capitolina.
La figura del fiador, por tanto, tendría “una función de coordinación entre las asociaciones y la administración, tanto centrales como territoriales.. Serviría así también para “difundir el conocimiento a la comunidad local de las normas internacionales, estatales, regionales y municipales que rigen en materia de protección de los derechos de los animales”, se proponía. Las funciones también podrían ser desarrolladas y fijadas en una regulación específica que el Municipio debe encargarse de redactar, trabajando en temas que en los últimos años han ido ganando atención, como el de la proliferación de especies foráneas. Siempre que queremos volver a centrarnos en esta figura que, a nivel de ciudad, lleva más de un año desaparecida (Roma hoy).