En las últimas semanas la Provincia había anunciado que había aprobado el plan de sacrificio de una gran cantidad de ciervos que viven dentro del Parque Nacional Stelvio. Estos ungulados, de hecho, entre 1.000 y 2.000 ejemplares, sería demasiado determinar una “pérdida de biodiversidad ligada a la alta densidad de población”. Así, con el objetivo de "mitigar y reducir los desequilibrios ecológicos", en los dos primeros años, una cantidad que incluye entre 100 y 180 ejemplares por año, que se llevará a cabo en colaboración con la Asociación de Cazadores de Trentino y bajo la coordinación y control de la Autoridad del Parque y el Cuerpo Forestal de Trentino.
Para aclarar el asunto, la concejala de Europa Verde, Lucia Coppola, depositó una pregunta subrayando cómo la decisión de que los cazadores mataran al ciervo pudo haber creado un conflicto de intereses. Muy diferente es el Concejal de Medio Ambiente, Mario Tonina, que explica: "A diferencia de lo que prevé el caso de la actividad cinegética, los animales sacrificados siguen siendo, como exige la ley, propiedad indisponible del Estado y el Parque gestionará su venta". No sólo eso, porque en ese contexto el Parque prevé capacitar y capacitar a un número suficiente de personas, "evidentemente dotadas de licencia de armas", precisa Toniná, quien, previo examen, será autorizado como adyuvantes a las actividades de control numérico de los venados para realizar el sacrificio.
"En este marco general - continúa el Concejal Tonina - los Coadyuvantes brindarán su ayuda para la realización del proyecto sin ningún conflicto de intereses con los cazadores que actúan y planifican sólo lo que concierne a la gestión cinegética fuera del Parque”. Por el momento el plan de abatimiento aún no ha entrado en vigor debido a que los aspectos técnicos de planificación que posteriormente deben someterse a la opinión de Ispra y la autorización del Ministerio para la Transición Ecológica.
Tan pronto como se complete esta primera fase de planificación, la Provincia pretende iniciar lo que se ha definido como "un proceso mediatizado de confrontación con la población, con asociaciones ambientales y con los principales actores”, para ilustrar y discutir los problemas y contenidos del plan respecto a las posibles soluciones para moderar la desequilibrios ecológicos presente actualmente en el Stelvio (Los Dolomitas).