Tiempos difíciles para el ciervo viviendo en el perímetro de la Parque Stelvio, son demasiados y habrá que derribarlos con un plan de retirada que por primera vez involucra también al lado trentino de la reserva. Él proyecto en Val di Sole había estado parado desde 2008, cuando Italia Nostra, WWF e incluso algunos alcaldes se interpusieron, pero ahora el número de ungulados parece haber proliferado en exceso incluso por estos lares, con una concentración que, según los expertos, supera la 29 unidades por kilómetro cuadrado.
De ahí la necesidad de "tomar", o proceder al sacrificio, de al menos 180 animales de aquí a los próximos dos años y otros 500 en los próximos tres. Nada que no se haya visto en el lado lombardo del Parque donde el'Último plan de 'retiradas' con fecha de 2019 sigue vigente. El plan prevé reducir la densidad de ciervos dentro del límite de 9 ejemplares por cada cien hectáreas, en las estaciones forestales de Valfurva y Sondalo se ha fijado el límite en 1.200 ciervos netos de polluelos, con el fin de preservar una población global de Cabezas 1.800, equivalente a una presencia media de 6/7 ciervos por kilómetro cuadrado. La matanza se produce a partir de octubre con la colaboración de personal externo, mediante el uso de armas de fuego de precisión identificar y distinguir cada espécimen en clases de sexo y edad.
En el trienio de 2014 a 2016 fueron demolidas 245 ciervos al año, en los últimos cinco años un total de 170 más.Según los últimos censos en el territorio del parque existe una población de 10 mil ejemplares, con efectos negativos sobre la maleza, los bosques de alerces y abetos que impiden la renovación al alimentarse de los árboles recién brotados, por no hablar de la competencia al rebeco o al urogallo y al urogallo negro que prácticamente han desaparecido (El dia).