La noticia de la solicitud por parte del alcaldes de Elba, presentado en la reunión de la Comunidad de parque del archipiélago toscano, con en el orden del día la discusión sobre la situación de los ungulados en la isla de Elba, la superación y relativa cancelación de zonas aptas para la caza del jabalí en forma de caza en la isla. En nuestra opinión, este no es ciertamente el camino a seguir para obtener cupones. resultados de la gestión sobre la especie de jabalí, y que la idea de superar las áreas adecuadas con la demonización simultánea de la caza en la persecución no conduce a ningún resultado decisivo para los problemas actuales.
Al respecto, le preguntamos al Dr. Federico Morimando, Técnico de Vida Silvestre, Doctor en Ciencias Naturales y Doctor en Investigación en Zoología, colabora desde hace años con las Instituciones Toscanas y los ATC: "La solicitud de la Comunidad del Parque del Archipiélago Toscano es evidentemente el resultado de una exasperación creciente y sin curar, relativo a la gestión de la especie de jabalí en la isla de Elba. La realidad de la isla de Elba ve en contraste los dos frentes de conservación de la Autoridad del Parque y el de la gestión de la fauna cinegética del ATC, en un paradigma que es propio de muchas realidades italianas, pero cuyo cuadro se ve agravado por la insularidad, en la que obviamente poblaciones en aumento de ungulados salvajes se encuentran en un entorno naturalmente confinado y limitado. ¿Por qué crece el número de jabalíes?
¿Es culpa del parque? Yo diría que no porque el Parque del Archipiélago Toscano lleva años implementando una precisa y cuidadosa actividad de control numérico a través de capturas y recolección selectiva (que entre otras cosas son complementarias e integradas, tomando principalmente jaulas jóvenes y recolección selectiva de animales adultos). Es culpa deATC? Yo diría que no porque los equipos en las áreas asignadas asignadas recogen en promedio el 80% de los derribados: casi 100 jabalíes muertos en la región de Toscana en 2016, más de 80 fueron derribados con el método de caza por equipos de caza y alrededor de 20 con selección y control.
Entonces es simplemente incorrecto o, si queremos inducir a error, hablar de culpa o atribuir la culpa a un sector u organización en lugar de a otro (a menos que existan defectos obvios o macroscópicos o lagunas en la gestión). El fenómeno del jabalí, hoy en día, es un fenómeno natural (indudablemente inducido y favorecido por el hombre desde los años 50 y 60 del siglo pasado) que a estas alturas ha adquirido una dimensión continental europea y está impulsado por factores ecológicos de enorme importancia, como el aumento constante de áreas boscosas y no cultivadas (casi 587 mil hectáreas de bosques nuevos se han incorporado a nuestro territorio en 10 años) y por el cambio climático que con inviernos cada vez más suaves favorece el aumento de ungulados salvajes.
Entonces, ¿cómo sale? Colaboración entre organizaciones y manejo adaptativo de la especie (Monitorear las poblaciones y actuar con todas las formas de muestreo adecuadas a las realidades ambientales individuales.) son las respuestas a poner en marcha que ciertamente no son decisivas: porque una solución definitiva y decisiva, debemos tener la honestidad intelectual para decirnos, no existe. El desafío de las Autoridades del Parque y del ATC es por tanto colaborar y entender que la conservación de la vida silvestre no puede separarse de la gestión de los recursos naturales y humanos que existen en un territorio y que por tanto aplicar criterios de conservación para el manejo de la vida silvestre a veces o con frecuencia puede significar tener que capturar animales salvajes o controlarlos numéricamente con pleno conocimiento de los hechos y, sobre todo, de los efectos socioeconómicos. "