Una clara invitación de Federcaccia Grosseto para acabar con los sentimientos de racismo ecologista dirigido a perjudicar a los cazadores.
El sueño de la razón, se dice, genera monstruos, pero los sueños de la razón son ciertamente peores. El racismo ambientalista hacia los ciudadanos cazadores ha alcanzado niveles realmente preocupantes que exacerban las relaciones y conducen - en los niveles más extremos - a escritos terroristas dirigidos al mundo de la caza y al vandalismo.
De hecho, desde hace algunos meses aparecen en los muros de las calles de la ciudad escritos preocupantes contra los cazadores. Finalmente leemos en la prensa local que la Lav (liga anti-vivisección) y la Lac (Liga para la abolición de la caza) con su interés y compromiso, que conocemos, han trabajado para limpiar la campiña de la Maremma de las conchas abandonadas en el siglo pasado en Vallerotana.
Ellos no lo saben pero lo hemos estado haciendo durante años en silencio y sin escribirlo en el periódico, hemos estado haciendo más, durante años equipos de cazadores de jabalíes han estado limpiando los bosques y nuestras manchas de desechos abandonados por el tiempo, actividades que forman parte de la más amplia gestión del territorio que realiza año a año el mundo cinegético. Si LAC y LAV realmente quisieran ser útiles, deberían, como nosotros, ayudar a las granjas a ahuyentar: jabalíes, córvidos y ungulados responsables de grandes daños a los cultivos.
Es desde 1992 que los cazadores gestionan el territorio con fines públicos e irónicamente también nos vemos obligados a pagar nuestros impuestos. Lamentablemente, el compromiso personal no es suficiente, quizás estos señores no sepan que también se necesitan recursos económicos para gestionar el territorio y el mundo cinegético está cansado de pagar impuestos y aranceles que luego terminan financiando a quienes quisieran abolir la caza.
De una encuesta reciente, a nivel nacional, parece que los italianos no están en contra de la caza y que reconocen su importancia desde el punto de vista de la gestión de la tierra en apoyo de una economía estrechamente vinculada a la caza.
La caza no se beneficia de ninguna financiación pública, todo corre a cargo del mundo de la caza y los cazadores, el mundo de los derechos de los animales y anti-caza, sabe mejor que nosotros lo que pasa con los impuestos gubernamentales que pagamos, sin ni siquiera revisar un euro a cambio.
Hoy ya nadie se engaña con falsos moralismos y explotación, sin la caza y sus actividades relacionadas la vida ciertamente no sería mejor.
El presidente provincial del Fidc Grosseto
luciano monaci