Un colapso sin fin. Los datos relativos a i cazadores totales in provincia de lucca y no son nada alentadores. La caza toscana es una de las que cuenta con las tradiciones más antiguas de Italia: en el espacio de 15 años, sin embargo, el de 12 mil a menos de 8 mil dobletes. El declive es evidente y las razones se comprenden fácilmente. La crisis del sector cinegético se ve acentuada por una rotación lenta y complicada desde el punto de vista generacional, pero no se deben subestimar los costos crecientes que deben soportar los cazadores y las reglas impuestas que minimizan los espacios y la caza disponible.
En comparación con el resto del país, sin embargo, en la provincia de Lucca la reducción es aún más marcada. Una cifra impresionante es la de Camaiore. En la temporada 2001-2002 había 1247 cazadores practicantes y registrados, mientras que hoy son 755 (casi un 50% menos). Lo mismo ocurre con Viareggio y Forte dei Marmi: en el primer caso hemos pasado 756 a 441 cazadores, en el segundo de 190 a 99.
Además, en Massarosa se perdieron casi 300 escopetas, mientras que en Pietrasanta la reducción fue limitada (de 672 a 488 insignias de caza). Según la provincial Federcaccia, la culpa es de leyes introducidas a lo largo de los años y la difícil relación entre la edad promedio de los practicantes (cercana a los 70) y los gastos en los que se incurrirá.