Sull 'emergencia de jabalí, entre críticas y propuestas, interviene Flavio Duretto, Presidente de la sección Asti di Caza libre, una de las asociaciones cinegéticas presentes en nuestra provincia. Y lo hace con un razonamiento que se basa en una distinción fundamental de roles y en una simple cuenta matemática. La distinción es una que se relaciona estrictamente con los cazadores. "La caza es una afición por la que los cazadores pagan contribuciones regionales, territoriales y estatales - dice Duretto hoy director emérito de Asti Arpa - Como afición, quienes la practican tienen toda la libertad para ejercerla sin imposiciones, salvo las sacrosantas impuestas por las normas de caza». El problema surge cuando, para frenar la proliferación de jabalíes, se emplean cazadores para las actividades de control de la especie.
La temporada de caza dura poco más de cuatro meses, actividades de control todo el año. Son dos roles muy diferentes. “Si un cazador se adhiere a la actividad de control, debe comprometerse a hacer todo lo posible para que las cacerías sean efectivas, tanto durante la jornada con los equipos, ya sea de noche en el rol de tutor u OFS (operador especializado en vida silvestre). Pero todo esto pasa puramente de forma voluntaria. Hasta la fecha, confirma Duretto, ningún cazador que se pasee de jabalí recibe un solo céntimo en concepto de reembolso de gastos.
«Y hay muchos gastos, porque además de los de habilitación para la caza hay que calcular la gasolina para los kilómetros recorridos en los cerros, municiones, gastos veterinarios para los perros, equipo para la caza nocturna segura». En varias ocasiones se ha señalado que los cazadores no son empleados de ATC, Provincia, Región o ganaderos.: son voluntarios que ponen su pasión a disposición para solucionar un problema de la zona. "En 2021 la ATC de Asti recibió denuncias de daños por jabalíes por unos 680 mil euros -prosigue Duretto- si en lugar de pagarles una indemnización planteáramos provocativamente el reconocimiento de 50 euros por cada jabalí muerto, con ese dinero se podrían eliminar 13.600. Muchos más que los presentes en la provincia de Asti».
Porque al final, el presidente todavía discute Caza libre, al contrario de lo que se ha dicho en varias ocasiones, los cazadores son los únicos que pueden ayudar a los ganaderos a bajar la presión del jabalí sobre el territorio. "Y luego encontrar un sistema para reconocer esta actividad a equipos y tutores día y noche., durante todo el año, cazan por el campo en busca de jabalíes». Un sistema que hay que calibrar en función de los resultados para premiar a los más efectivos y suponer un incentivo para los que llevan años invirtiendo su tiempo y dinero en la caza.
Teniendo en cuenta que la reducción de la presencia de especímenes en el Piamonte debe perseguirse de forma absoluta, tal como exigen las normas sobre moderación de la difusión de Peste porcina africana, infección muy peligrosa que se encuentra entre la provincia de Alessandria y Liguria. Lugares donde, sin embargo, los cazadores están golpeando el territorio pulgada a pulgada en busca de cadáveres de jabalíes infectados sin ningún reconocimiento de gastos, ni siquiera equipo de protección personal. “No debemos dividirnos, debemos tener en cuenta los roles (caza y control) de los cazadores y buscar la máxima colaboración para una extraordinaria campaña de matanza que equilibre el número de ejemplares con el medio ambiente (La Nuova Provincia.it).