El verano ha terminado durante más de tres semanas: el mes de octubre está en pleno apogeo, el clima sigue siendo agradable en Italia, a pesar de que las temperaturas han bajado inevitablemente. ¿Podría todo esto ser suficiente para frenar las demandas de los activistas por los derechos de los animales y los ambientalistas? Según las palabras deENPA (Organismo Nacional de Protección Animal) La respuesta es, lamentablemente, negativa. Las últimas declaraciones de esta asociación parecen una copia y pegado de hace unas semanas.
Según la institución, de hecho, la situación con respecto al verano no habría cambiado debido a las escasas lluvias y al incendios que se han desarrollado en Liguria. El llamamiento de los activistas por los derechos de los animales se dirige, por tanto, a la Región, acusada de haber desatendido las indicaciones del Instituto Superior de Investigación y Protección Ambiental (ISPRA) con la apertura del temporada de caza 2017-2018.
Por tanto, la solicitud de la ENPA es suspender la caza de fauna migratoria y sedentaria en el territorio ligur, al menos hasta que se restablezca la situación medioambiental. Además, la institución considera que este es un deber en nombre de todos los ciudadanos y no solo de los cazadores. La asociación habló entonces de la repoblación cinegética y la muerte del hambre y la sed de faisanes, perdices y perdices grises, escenario que tenía previsto desde hacía tiempo.