La Primera Sección del Tribunal Administrativo Regional de Piamonte habló hace unos días sobre el caso de un hombre al que se le prohibió posesión de armas y municiones. La Jefatura de Policía de Turín había adoptado esta disposición debido a una condena denunciada por violación del código de circulación. En definitiva, esta persona había sido detenida mientras conducía en estado de alteración alcohólica.
Como consecuencia de este hecho, no se le consideró apto para la posesión de una licencia de armas de fuego, por lo que se interpuso un recurso de apelación. Los jueces del TAR lo aceptaron, un precedente importante en este ámbito. De hecho, un solo episodio aislado debe valorarse con cautela: la culpa del hombre fue leve y no puede configurarse como un índice de propensión a violar las reglas. Por lo tanto, se necesitan otras circunstancias para una evaluación más profunda.
El episodio de conducir en estado de ebriedad fue juzgado de poca relevancia por el TAR piamontés hace apenas un año, por lo que este enfoque legal debe seguirse. Las medidas impugnadas han sido impugnadas y el solicitante recuperó su licencia de caza. La posición del hombre todavía tendrá que reevaluarse sobre la base de nuevos controles médico-legales con respecto al uso de sustancias alcohólicas si se consideran necesarias.