Perros de caza: Muchos cazadores, al final de la temporada de caza, tienden a dejar que su perro descanse probablemente un poco demasiado, arriesgándose así no solo a volverlo excesivamente perezoso sino también a hacerle perder los estímulos y habilidades adquiridas durante el entrenamiento y la práctica. .Fabricado en el campo en temporada abierta.
Debemos recordar que nuestro perro no es una simple herramienta como nuestro rifle, que podemos limpiar y dejar a un lado al final de la temporada para luego retomarlo igualmente eficientemente en la próxima reapertura. Mantener a nuestros perros de caza en constante adiestramiento es de fundamental importancia, especialmente durante el período de cierre de la temporada de caza. Es bueno entender que nuestro perro es comparable a un atleta y, como tal, necesita estimulación continua y entrenamiento constante para mantenerse en forma y evitar perder tiempo entrenando.
Lamentablemente este es un error bastante común entre los cazadores que muchas veces, al final de la temporada, ya sea por falta de atención, falta de tiempo u otras causas, no sacan a su perro de caza para mantenerlo aunque sea mínimamente en movimiento. En cambio, la mayoría de las veces, se prefiere dejarlo salir solo unos días antes de la reapertura de la caza solo para refrescar el entrenamiento o incluso para entrenarlo en muy poco tiempo; el resultado, sin embargo, a menudo es insatisfactorio, ya que al hacerlo podríamos encontrarnos en un perro cansado, que se cansa fácilmente y se distrae con la misma facilidad al perder el interés en la caza. De nada sirve entonces enfadarse con el perro si después de un breve tiempo de actividad en el campo tiende a detenerse para descansar.
En cambio, veamos cómo debe comportarse un cazador que quiere mantener a su perro en perfecta forma y eficiencia en el campo de caza.
En primer lugar, sería bueno identificar la ZAC, las Áreas de Adiestramiento Canino más cercanas o de fácil acceso, o los quagliodromes, si los hubiera cerca; en estos espacios especialmente dedicados el perro tendrá la oportunidad de adiestrarse en la caza sin ningún problema. Nuestro amigo de cuatro patas podrá correr a su antojo, satisfaciendo así su deseo de libertad y al mismo tiempo manteniéndose entrenado y en perfecta forma, listo para el inicio de la caza. De esta forma, no solo se mantendrá el cuerpo en forma, sino que también se beneficiará el bienestar psíquico del perro; además, durante las jornadas de entrenamiento tendremos la oportunidad de examinar bien a nuestro compañero de caza, notando cualquier patología o defecto que pueda limitar sus habilidades y, si es posible, intentar corregirlos antes de la apertura de temporada. Cuando decidimos sacar a nuestro perro para un día de entrenamiento en verano o finales de primavera sería mejor evitar la exposición prolongada al sol abrasador para no correr el riesgo de un golpe de calor. Los mejores momentos para el perro, pero también para el dueño, son evidentemente los de la madrugada o de la tarde. En el caso de largos periodos de descanso para el perro, sería mejor no exagerar y retomar la actividad física de forma paulatina sin que nuestro amigo se esfuerce demasiado.
Por último, no olvidemos que incluso el mejor adiestramiento puede quedar anulado si la dieta del perro no es la adecuada y resulta perjudicial para su salud con el tiempo. Para evitarlo, sería recomendable seguir unas sencillas reglas dietéticas, en primer lugar agua: especialmente en primavera y verano al perro nunca debe faltarle agua fresca, sobre todo si lo sometemos a periodos de actividad física. Evidentemente, la comida que le damos a nuestro amigo es de gran importancia: el tipo de dieta debe ser más ligera y fresca cuando hace calor. Alimentar al perro, al igual que a los humanos, es fundamental para mantener una buena forma física; prestando atención a las proporciones correctas de alimento de los alimentos, no solo puede ayudar a la calidad de vida del animal, sino que al mismo tiempo puede aumentar la vida promedio del mismo.
El perro necesita proteínas, azúcares, grasas, vitaminas y minerales. En una comida diaria es suficiente administrar una dosis de alimento que contenga al menos un 20% de proteína. Los azúcares también son importantes, pero no todos son asimilados fácilmente por el animal, que generalmente tolera la glucosa y la sacarosa, pero tiene dificultades para metabolizar la lactosa. El aporte de azúcares es importante tanto como fuente de energía como regulador de la actividad de la flora bacteriana. En cuanto a las grasas, están permitidas en la dieta de nuestro perro pero en la medida adecuada; de hecho, estos no deben superar el 10% en la comida diaria: los excesos conducen a un aumento de peso y también a una mayor predisposición a las enfermedades y la vejez prematura. Finalmente, las vitaminas y minerales que se encuentran presentes en diferentes cantidades en todos los alimentos son fundamentales.
Así que mejor no lo dudes, aprovecha los momentos libres, lleva a tu perro y sácalo manteniéndolo en entrenamiento para que llegue a la inauguración de la temporada en perfecta forma y con el ánimo adecuado!