Cientos de cazadores también sobre el césped durante el fin de semana que acaba de finalizar en las zonas afectadas por el PSA en Liguria y Piamonte buscando cadáveres y restos para monitorear el progreso de la epidemia, inofensiva para los humanos pero potencialmente devastadora para las poblaciones de jabalíes y granjas porcinas. El pasado sábado y domingo en el lado de Piedmont en el trabajo de más de 350 cazadores voluntarios asistido por 2 perros moleculares de la Toscana. Se trata de sujetos con patente ENCI aptos para la detección de canales de jabalí, para ser utilizados precisamente en operaciones de seguimiento en la prevención y control de la peste porcina africana.
Igualmente fuerte el esfuerzo operativo en Liguria -a partir del 15 de enero en la provincia de Génova más de 1.000 cazadores se dedicaban a la caza de cadáveres dos veces por semana, lo que también continuó este fin de semana. Hay noticia del hallazgo de un cadáver en el interior del Atc Al3, en la frontera con Liguria, ahora siendo analizado para ver si la muerte se debe al virus o a otras causas. Del centenar de cadáveres encontrados, del 36 de diciembre al 27 de febrero se detectaron 11 casos -19 casos en Liguria y 17 en Piamonte- según el último informe delInstituto zooprofiláctico experimental de Piamonte, Liguria y Valle d'Aosta lanzado ayer.
El esfuerzo de involucrar y organizar a los cientos de cazadores puestos a disposición fue enorme, como bien podéis imaginar; el reconocimiento de este compromiso, sobre todo en determinados entornos con connotaciones ideológicas, ¡desgraciadamente menos! Sin embargo, esto no es suficiente para detener el trabajo de los voluntarios, pertenecientes sobre todo a los equipos de caza del jabalí, pero no solo. En el control y erradicación de la PPA es crucial la eliminación eficaz y segura de los cadáveres infectados, dada la extrema resistencia del virus. Por tanto, su descubrimiento asume un papel crucial y no es casualidad que la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) sugiera utilizar cazadores y silvicultores, reconocidos como los principales conocedores de las zonas donde hay presencia de jabalí, para la búsqueda activa de cadáveres.
Lo de la PSA es una epidemia en cierto sentido anunciada, habiendo ya golpeado a otras naciones, tanto es así que desde hace algún tiempo tanto el Ministerio de Salud como el mundo cinegético, Federcaccia a la cabeza, había tomado medidas para difundir la información correcta entre los cazadores para que el problema fuera conocido y no subestimado. Por lo tanto, es completamente engañoso quien más o menos explícitamente crea o afirme que los cazadores hasta ahora han "fingido no ver". Además, la naturaleza misma de la enfermedad habría hecho y haría que este tipo de actitud fuera completamente inútil y contraproducente hoy en día.
Las limitaciones actuales responden a necesidades operativas para delimitar las zonas afectadas por el virus y luego poder proceder a su erradicación. Solo máxima participación y colaboración por parte de los cazadores -incluso evitando la difusión de noticias de fuentes no oficiales- podrá garantizar que sea posible regresar a las actividades normales en la zona lo antes posible. Y esto el mundo cinegético lo ha entendido muy bien, como sin duda demuestra la participación de los cientos de voluntarios (Federación de Caza).