Han sido absuelto con fórmula completa porque el hecho no existe después de tres años. Los protagonistas de la historia son dos cazadores, Giovanni Prati y Filippo Braga, acusados de matar un jabalí en una época en la que la caza estaba cerrada. El hecho se remonta al 31 de julio de 2019: en la aldea de Botto en Trivero, en el área de Biellese, se habían escuchado disparos entre las 21 y las 22. Una persona había llamado al 112 alegando que los dos cazadores habían matado un corzo y que lo habrían hecho de forma ilegal, ya que el día anterior, el 30 julio, el período de caza había terminado. El corzo nunca fue encontrado.
Pero al día siguiente se encontró un gran jabalí en la zona, muerto a tiros. Braga y Prati fueron acusados de matar al jabalí. Sin embargo, su abogado defensor, Guglielmo Ramella, que optó por un rito abreviado condicional, logró demostrar que Prati tenía permiso para cazar. ya que formaba parte del sector alpino. El 31 de julio por la mañana, el hombre colgaba regularmente la postal en el centro de caza y por la noche regresaba a casa sin poder cazar ningún animal.
Decisivo para la absolución de los dos cazadores fue el testimonio del expresidente del CAI Alberto Berto, quien confirmó ante la jueza Jolanda Villano que Prati podía cazar regularmente y que no hay ninguna ley que prohíba a otra persona, en este caso Braga, para actuar como acompañante sin tomar parte activa en la caza. El procedimiento había conducido a la suspensión de la licencia de armas de fuego y al prohibición de caza por tres años. Además de la pérdida de la oportunidad de cazar, los acusados también sufrieron daños morales, acusados de caza furtiva y ridiculizados por sus compañeros. Ahora por fin han podido cerrar un desagradable capítulo de su vida (el bielés).