Impresionantes números
Hay casi 2.500 eventos de depredación en la Toscana en perjuicio de las explotaciones ganaderas en un plazo de cinco años. 500 al año. Más de uno al día. Las explotaciones ovinas y caprinas son las más afectadas por la presencia excesiva de depredadores con 7 cabezas muertas y casi el 17% de las explotaciones dañadas cuatro o más veces considerando el año natural. Un coste también para la comunidad que tuvo que desembolsar 2,7 millones de euros en el periodo 2015-2019, únicamente en concepto de indemnización por las masacres. Estos son algunos de los datos del estudio Ispra informado por Coldiretti Toscana tras el ataque de un lobo a una mujer en el Municipio de Porcari. “Los agricultores, desde tiempos inmemoriales, han convivido en paz con los lobos. Pero hoy nos encontramos ante un fenómeno que no se gestiona. - explica el presidente de Coldiretti Toscana, Fabrizio Filippi - Las depredaciones son la principal causa del cierre de muchas granjas en nuestra región como jabalíes para granjas tradicionales con graves repercusiones en la biodiversidad, el empleo y el mantenimiento de la tierra. Debemos encontrar un equilibrio sostenible que conserve la especie del lobo en pureza sin que, sin embargo, represente una gran criticidad para la supervivencia de las empresas y las granjas".
Proximidad a viviendas
Según el estudio de Life WolfAlps EU hay alrededor de 3.300 ejemplares de lobo en Italia de los cuales casi 2.400 a lo largo de las regiones peninsulares con una muy alta probabilidad de presencia en la Toscana donde ha colonizado casi todos los ambientes adecuados y donde ya no es raro que también se encuentren cerca de las casas como lo demuestran numerosos videos. La presencia de depredadores incluso cerca de las casas, en zonas antropizadas, ya no es un tabú. Los avistamientos son diarios y con ellos crece la preocupación de los habitantes.
Manejo de especies de vida silvestre
Para Coldiretti Toscana, el plan nacional para el manejo de especies silvestres ya no puede postergarse. Los números parecen confirmar que el lobo ya no corre peligro. Las instituciones deben definir con valentía un plan nacional que analice lo que han hecho otros países de la UE, como Francia y Suiza, para defender a los agricultores y animales de granja. Se necesita responsabilidad en la defensa de las fincas, pastores y ganaderos que con valentía siguen custodiando las montañas y garantizando la belleza del paisaje. Sin pastos -concluye la principal organización agrícola real- las montañas mueren, el medio ambiente se deteriora y los derrumbes e inundaciones amenazan las ciudades.