FederFauna está demostrando estar muy atento a laextremismo de los derechos de los animales, como confirma el último comunicado de prensa publicado. Según la asociación, de hecho, esta ideología y su radicalización representan un riesgo muy grave para los ganaderos de nuestro país, así como para la seguridad de los ciudadanos. Hace tres días, viernes 15 de diciembre de 2017, unos desconocidos atacaron una granja de visones en la provincia de Ravenna.
Hubo heridos, celdas abiertas y animales muertos o desaparecidos. Además, se construyó un andamio para evitar que se disparara el sistema de alarma. Para FederFauna, por tanto, no es un truco simple, pero una acción criminal real. El reclamo fue el deFrente de Liberación Animal, más conocida por las siglas ALF, organización considerada terrorista en varios países. El ALF también sería financiado por otras asociaciones de derechos de los animales no relacionadas con los delitos.
Es sobre todo el Made in Italy el que lo paga: la cría asaltada estaba a punto de obtener certificación en bienestar animal, un detalle de no poca importancia. La Federación lleva años denunciando esta situación, que hay que frenar a toda costa: las victimas son siempre las mismas, a saber, granjas, mataderos, fábricas, laboratorios, tiendas, circos y zoológicos, sin mencionar el acecho de cazadores. La solicitud de la asociación a Italia es alinearse con otras naciones y aprobar una ley que reconozca el delito de ecoterrorismo.