Según lo establecido por los jueces de Tribunal Administrativo Regional de Piamonte, la licencia de armas de fuego no puede ser considerado un derecho "absoluto". La definición se dio en la sentencia que examinó la apelación de un hombre que vive en la provincia de Turín y a quien la Prefectura había prohibido la posesión de armas y municiones. Esta persona se había ganado el licencia para uso de defensa personal en 1987 y explicó que había tenido las armas desde 1974 sin ningún problema.
Luego, en 1980, decidió denunciar la posesión de una pistola y un rifle de aire. Entonces, hace cuatro años, los Carabinieri no encontraron el rifle y el hombre reveló que ya no tenía esa arma desde hace algún tiempo porque ya no se podía usar. En resumen, había decidido tirarlo entre los desechos ferrosos, evitando denunciar lo sucedido. La Jefatura de Policía abordó el caso reconociendo que el titular de la licencia no conocía bien las leyes pertinentes, mientras que para la Prefectura fue negligencia.
El comportamiento del individuo y el hecho de que no tiene precedentes no pueden venir antes que la falta de fiabilidad. Por tanto, para el Tribunal Administrativo Regional de Piamonte, el porte de armas no es un derecho absoluto, sino la excepción a la prohibición normal de porte de cualquier tipo de arma y que se admite en la hipótesis de total seguridad en cuanto al buen uso.