Un episodio ya visto
Ya había sucedido el 19 de octubre. EL lobos Llegaron en mitad de la noche, mataron dos cabras, hirieron a otras tres (todas preñadas) y dispersaron el rebaño de ganado. Esta semana, los depredadores regresaron al anochecer. No uno, sino un rebaño entero, más de media docena, que atacó al rebaño de ovejas delante del establo. Una cabra preñada murió, otra resultó herida, pero podría haber sido una masacre si no hubieran intervenido los dueños, especialmente los perros guardianes de la finca. Los hechos no ocurrieron en algún remoto lugar de montaña, sino en Druento, en la finca de la familia Votta, en el límite con el Parque Mandria, uno de los destinos locales favoritos de los amantes de caminar y correr.
Pastos a proteger
Aquí, Ferdinando y sus hijos Michele y Claudio gestionan un rebaño de unas cien cabezas de ganado vacuno y una treintena de cabras y ovejas. Dicen que por esa zona siempre ha habido lobos, pero no más de uno o dos. Eran contenibles, bastaba con proteger los pastos con vallas y perros. Lo que ocurrió esta vez, sin embargo, no tiene precedentes y asustó a todos: "Cuando escuchamos el grito de las cabras - dice Michele Votta - corrimos a ver y encontramos un lobo a dos metros de distancia y otros seis o siete a nuestro alrededor. Estaban ahí mirándonos, no le tenían miedo al hombre, amenazaron con atacarnos. Éramos tres, intentamos ahuyentarlos por todos los medios, pero ellos se quedaron allí y siguieron atacando a las cabras. Sólo cuando llegaron nuestros perros se marcharon, permaneciendo aún observándonos desde lejos."
tanta amargura
Michele Votta está triste no sólo por los daños sufridos, sino también por la falta de atención prestada por las instituciones y la opinión pública a la emergencia de los lobos: "En el mejor de los casos - afirma Votta - muchos piensan que el problema sólo afecta a los agricultores, por lo que puede arreglárselas. En el fondo, hay quienes sugieren que el problema está en los propios agricultores, que no deberían permitirse quitarles espacio vital a los lobos. Por su parte, los políticos no han solucionado nada hasta el momento y, de hecho, siguen protegiendo a los lobos. Lo cierto es que los agricultores siguen sufriendo daños, pero tarde o temprano no serán los únicos en llorar. El peligro de los lobos está ahora al alcance de todos. En cualquier momento, no me sorprendería que la gente fuera atacada. Ya no sabemos cómo decirlo".
Rebaños en desorden
En este frente, el presidente de la Cia Agricoltori delle Alpi, Stefano Rossotto, reitera la denuncia: “El lobo sigue estando sobreprotegido, mientras que nuestros rebaños están en desorden. Los pastores no pueden defenderse, los propios perros guardianes corren el riesgo de ser un peligro para cualquiera que se acerque a los animales y ni siquiera se tiene en cuenta el sacrificio selectivo. No podemos seguir así, lo sabemos, en Francia lo han entendido y se han organizado, en Italia todavía no, lamentablemente". (fuente de la CIA)