Caza furtiva en el área de Padua. Un joyero de 48 años de Camposampiero se mete en líos, con su padre de 84 años también de Camposampiero, ambos acusados de competencia en el caza de la caza furtiva.
Padre e hijo deben responder por la captura de ejemplares de aves silvestres, o pertenecientes a los bienes indisponibles del Estado, y por haber vendido unos treinta Tordos no anillado (siempre salvaje, resultado de un método de captura ilícito) a un Vicenza de 63 años que vive en Arzignano.
Solo este último fue llamado a responder por complicidad y ayuda personal contra los dos coacusados. Corren el riesgo de ser condenados a una pena de prisión de hasta un año o una multa de 700 a 2000 euros para el cazador, pero también a una detención de dos a seis meses o una multa de 500 a 2000 euros que se les imponga. .
Padre e hijo, amantes de la escopeta, habían sido identificados por agentes del Cuerpo Forestal del Estado el 25 de septiembre de 2013 mientras cazaban contra todas las reglas. Después de la identificación, la investigación coordinada fue iniciada por la Fiscalía de Padua. Solo el comprador de Vicenza había sido interrogado pero frente a los investigadores también negó conocer a padre e hijo, además de declarar que no sabía nada de la supuesta venta.
(5 de enero de 2015)
Fuente: IlMattinodiPadova