Caza en el escenario: casi exclusivamente reservado para los autocontroladores, la caza desde la azotea requiere precisión, paciencia y conocimiento del juego que se está cazando.
Cuando hablamos de cazar ungulados, solemos referirnos a la caza conducida de la que hemos hablado varias veces.
Es una forma de caza refinada, que cuenta con la colaboración de diferentes individuos que juntos alcanzan un objetivo común: en definitiva, una técnica de caza ancestral y colaborativa.
A diferencia del caso de la caza desde la azotea que se aleja de la técnica de bateo por los tiempos pero sobre todo por los modos.
Para empezar, la caza desde la azotea se realiza en soledad, mejor aún si en total silencio y está dirigida a muchos ungulados, en primer lugar el gamo y el Corzo, pero no pocas veces también el jabalí.
Si eliges cazar desde la azotea, el mimetismo es de fundamental importancia: los ungulados generalmente no parecen tener una vista excelente, pero no solo tienen oído, sino también y sobre todo un olfato excepcional y son capaces de detectar la presencia. .humano también para detalles que no todos se consideran importantes.
Para estropear una jornada de caza se podría pensar en el humo de un cigarrillo, o en el olor demasiado intenso de una loción para después del afeitado, o en un suelo mal aislado y crujiente.
Otra diferencia sustancial entre la caza conducida y la caza en azoteas es que esta última se realiza de forma natural desde una posición elevada de al menos un metro del suelo: es precisamente este detalle el que da nombre al estilo de caza.
En este caso, el cazador profesional tendrá la oportunidad de vigilar todo el entorno y la vegetación que lo rodea desde su posición elevada, con un lanzamiento de al menos unos cientos de metros. Así podrás notar la llegada de un gamo o un corzo que al amanecer o al atardecer salen del bosque para alimentarse.
La caza de altana se practica particularmente en la Toscana, en cuya región, como se mencionó, la técnica se reserva comúnmente para caza de jabalí, pero también y sobre todo de corzos y gamos.
Suele ser una técnica utilizada para una recogida selectiva de caza: para probar esta técnica, por lo tanto, se debe tener una tarjeta selecontroller, o acompañar a un cazador que tenga esta calificación.
Evidentemente, los sacrificios deberán regularse según el plan de control de la especie en cuestión, teniendo en cuenta no solo la edad sino también el sexo. Un tipo de caza por tanto que requiere una gran preparación, paciencia y conocimiento de la naturaleza.
Normalmente, aquellos que intentan cazar desde la azotea usan un rifle de cerrojo con cerrojo inclinable o manual de un solo disparo, pero con un telescopio completo con una retícula de colimación.
Una de las mayores dificultades de esta cacería es no solo el reconocimiento de las especies que se nos acercan, sino también y sobre todo la construcción de la azotea que se asemeja mucho a un andamio pero que debe cubrirse por completo, por la seguridad del cazador pero también camuflado con el uso de hojas ad hoc.
Las paredes de cada lado deben estar provistas de ranuras, preferiblemente estas le permitirán disparar mientras está sentado, y el piso debe quedar en silencio con el uso de cualquier aislante.