I verracos prefieren la calidad del preciado moscatel amarillo. Precisamente la uva de la que se obtiene el Fior d'Arancio, el vino por excelencia de Producción Euganea es el que estos días asaltan brutalmente los ungulados. Tanto como para inducir a los productores agrícolas a ya empiezan las cosechas, normalmente fijado para después de agosto, con el fin de sustraer cantidades significativas de producción de las voraces fauces de los animales salvajes. De Teolo a Vo, de Torreglia a Galzignano, sin olvidar a Este, Baone y Arquà, las escenas que se suceden puntualmente cada amanecer ante los ojos de los viticultores son en realidad las mismas. De noche, manadas de jabalíes, en busca del agua que no encuentran, sacian su sed apuntando a los racimos de uva blanca ya preparados, prefiriendo la más azucarada.
No contentos con devorar los grupos más bajos, los cabezas salvajes apuntan fácilmente incluso a aquellos que están fuera de su alcance. para llegar a ellos los animales trepan con las patas delanteras sobre la espalda de los otros compañeros de manada, despojando así viñedos enteros. Poco o nada pueden hacer las vallas electrificadas que se han equipado algunos productores para asegurar los viñedos más preciados. La táctica de la manada, de hecho, requiere que un ejemplar actúe como un carnero. sufriendo la descarga eléctrica, para abrir brecha a los demás ejemplares del grupo. La avalancha de ungulados es, por tanto, otra consecuencia de la sequía que aqueja a los cultivos.
Pero ciertamente sigue siendo uno de los fenómenos más preocupantes que ha provocado recientemente. Coldiretti solicitar al Gobierno con carácter de urgencia una enmienda a la ley, que ahora tiene 30 años, que aún limita el período y el alcance de la matanza de animales. Y así asegurar a las Regiones planes de selección y control más efectivos en áreas protegidas. «No por casualidad - subrayó el presidente de Coldiretti de Padua, Massimo Bressan - la emergencia del jabalí fue una de las cinco situaciones críticas puestas en conocimiento del Gobierno por la asamblea nacional de la asociación. Esperamos que el plan de control regional aprobado recientemente ponerse en funcionamiento lo antes posible en nuestro territorio incluso ante el riesgo concreto que supone la propagación de la peste porcina llevada por manadas de ungulados».
Mientras tanto, partiendo de la zona de Vò, una de las más afectadas por el asalto a las uvas de jabalí, las fincas ya están preparando las operaciones para la cosecha. La cosecha ya anticipada por la persistencia del calor, se realizará en un período anómalo precisamente para evitar nuevas incursiones. De hecho, esperar unos días más significaría dejar filas enteras de ungulados al apetito de moscatel y chardonnay, con una pérdida de producción con la que ya están lidiando empresas y bodegas (El Gazzettino).